Tienen imagen pública y un gran reconocimiento, pero no votos. Aun así quieren llegar al Congreso de la República por primera vez.
Se trata de periodistas, actores, escritores, defensores de derechos humanos, académicos, empresarios, una ex reina de belleza y hasta un torero activo, quienes forman parte del grupo de colombianos que hoy hacen campaña para ser parlamentarios primerizos.
Tienen a favor que sus potenciales electores, la franja denominada voto de opinión, los conocen, los perciben como profesionales en su oficio, con credibilidad, de buena imagen pública y alejados de la clase política. Es decir no los ven como más de lo mismo.
Pero también tienen desventajas: no tienen ejecutorias públicas qué mostrar y eso, en política, pesa tanto como disponer de recursos con qué financiar una campaña.
Por ejemplo, Javier Hernández Bonnet, el reconocido periodista deportivo, aspira al Senado por el Partido Conservador. "Me cansé de que nos metan goles", es su eslogan de campaña.
Su preocupación es que en el Legislativo tienen vocería los empresarios, los gremios, los industriales, y hasta las clases populares, "pero la clase media es el sector más desprotegido y la que tiene absolutamente toda la carga de impuestos. Es a esa clase a la que vamos a representar para que no le sigan metiendo goles", afirmó.
Otro periodista, Felipe Zuleta Lleras, quiere llegar al Senado a nombre del Partido Liberal. "Llevo 20 años ejerciendo periodismo crítico. Mi compromiso es meterme en esa cloaca para denunciar a funcionarios corruptos, desde adentro. Me convertiré en un fiscal dentro del Congreso", aseguró Zuleta.
Otros personajes de la vida nacional como el escritor David Sánchez Juliao, candidato al Senado por el movimiento Compromiso Ciudadano de Sergio Fajardo, quiere llegar al Congreso para que "la cultura deje de ser la cenicienta del presupuesto nacional".
También el torero Over Gelain Fresneda, más conocido como el "Gitanillo de América", busca una curul en el Senado por el Partido de Integración Nacional, PIN.
Propone trabajar por "la dignificación de los toreros colombianos y por la autorización para la importación de vacas y sementales a fin de refrescar la sangre brava".
No menos altruista es la pretensión de la ex reina nacional de belleza, Vanessa Mendoza, quien se ha dedicado desde la fundación que lleva su nombre a causas en favor de los más pobres del Chocó. Dice nos sentirse identificada con ningún partido político y por eso se presentará a la Cámara por las negritudes.El costo de la democracia
Si bien constitucionalmente cualquier persona que cumpla los requisitos mínimos legales puede aspirar a un escaño parlamentario, los costos para el Estado son muy altos: reposición de votos y sueldos de 22 millones de pesos mensuales para los congresistas.
Según expertos, se trata de una inversión muy alta que no siempre se corresponde con la gestión
"Ese es el costo de la democracia, no hay nada qué hacer. Pero debe servir de campanazo de alerta a la clase política, tienen que renovarse pero con gente capacitada", señala el analista Édgar Peñuela Pinto.
A su vez, el catedrático Jorge Giraldo agrega que el interés de renovación con figuras públicas ajenas a la política obedece a "la crisis de representación en el Congreso, a la corrupción, al clientelismo y a fenómenos como la parapolítica. Todo eso le abre espacio a la gente nueva con aspiraciones", aseguró.
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