En un comunicado publicado en la página de la agencia Anncol, la guerrilla de las Farc reconoció su responsabilidad en la muerte de ocho indígenas de la comunidad Awá, en el departamento de Nariño.
Según las Farc, los indígenas actuaban como informantes del ejército del departamento, razón por la cual afirmaron que "ante la presión del operativo … su innegable participación activa los implica en el conflicto, fueron ejecutados".
En el texto, firmado por la columna Antonio José de Sucre, el grupo guerrillero indica que esa operación no estuvo dirigida "contra indígenas", sino que fue una acción "contra personas que independiente de su raza, religión, etnia, condición social, etc, aceptaron dinero y se pusieron al servicio del ejército en un área que es objeto de un operativo militar".
Agregaron que los indígenas "realizaban exploraciones, ubicaban a la guerrilla y luego iban a las patrullas del ejército para golpearnos. Individual y luego en colectivo, todos ocho confesaron que desde hacía dos años trabajaban con el ejército en esa labor".
Hallado un cuerpo
Por su parte, el general Leonardo Barrero, comandante de la Vigésima novena Brigada del Ejército, confirmó que en la tarde del lunes fue hallado el cuerpo de uno de los indígenas masacrados.
El cuerpo, en avanzado estado de descomposición, fue localizado por tropas de la unidad y agentes del CTI de la Fiscalía en la vereda Tangara, de Barbacoas.
El general Barrero agregó que además los guerrilleros dejaron sembradas en la zona más de 50 minas antipersonal. "Están en el trabajo de levantar esas minas para poder realmente hacer el levantamiento legal del cadáver", añadió el gobernador de Nariño, Antonio Navarro Wolf.
Presidente Uribe condenó el hecho
El presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, de gira en Brasil, también condenó el "cinismo" de las Farc, de las que incluso dijo que intentaron utilizar las liberaciones de rehenes con claros intereses políticos.
"Nos interesan las liberaciones, no sus fines", indicó, pero al mismo tiempo señaló que así como han liberado rehenes, las Farc han seguido "sembrando sangre" con atentados o con el asesinato de ocho indígenas que, según el grupo guerrillero, colaboraban con el Ejército colombiano.
Uribe condenó que los terroristas se crean "con el derecho a apropiarse de la vida de un ser humano" y admitió que, con los indios de la etnia awá, a la que pertenecían los ocho asesinados, el Ejército intenta establecer "un enlace de confianza".
También aseguró que su Gobierno está decidido a "acentuar" las políticas de seguridad y contra la violencia, para acabar con lo que calificó como "delirio terrorista" de las Farc.
Repudio
Desde el mismo momento de los sucesos el comandante de las Fuerzas Militares, general Freddy Padilla de León, condenó la masacre asegurando la presencia en la zona con el ánimo de brindar seguridad a los pobladores.
Por su parte, el grupo de Colombianos y Colombianas por la Paz, encabezados por la senadora liberal Piedad Córdoba, rechazó enfáticamente el comunicado de las Farc en el que reconoce su responsabilidad en esos hechos.
"Nosotros rechazamos de una manera terminante este hecho criminal. Los grupos indígenas están en vulnerabilidad", señaló Iván Cepeda, integrante de la organización y añadió que "ese tipo de acciones cierran la posibilidad de un intercambio humanitario, así como a un espacio político al grupo armado".
Otra de las voces que se hicieron sentir fue la del vicepresidente de la República, Francisco Santos, para quien esas acciones son "actos desesperados de una guerrilla que supuestamente habla de paz, liberaciones supuestamente por generosidad a varias personas, pero que al mismo tiempo asesina indígenas. Eso habla de la incoherencia y de la locura en la que anda la guerrilla".
Incertidumbre
El presidente de la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic), Luis Evelis Andrade, dijo que las autoridades gubernamentales y militares de la región no han establecido la magnitud de la incursión de los guerrilleros.
"La zona es inhóspita, muy alejada y está sembrada de minas antipersonal", advirtió el presidente de la Onic, quien ratificó que el testimonio facilitado por un joven aborigen que logró escapar indica que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) retuvieron a 17 indígenas y mataron a ocho de ellos.
La matanza se registró en El Bravo, una de las comunidades awas del Resguardo de Tortugal Telembí.