El fútbol nacional en el Mundial tiene al país en estadio de gracia.
Paradoja: mientras en La Habana buscamos la paz, en Brasil celebramos tener el máximo artillero.
Jorge Luis Pinto, en diálogo con el griego Sokratis: “Solo sé que llorar sé”.
¡Pobre Mujica!, no tiene ni argumentos para defender a Suárez.
El seleccionado de México perdió la manito en los pies de Holanda.
Los países de Europa jugaron en Brasil sin cláusula de permanencia.