La derrota del pasado sábado ante el Independiente Santa Fe 1-0 en el estadio El Campín de Bogotá, en una dudosa jugada en la que fue sancionado un penalti sobre el atacante César Valoyes a favor de los cardenales, desencadenó este lunes en una protesta oficial del Independiente Medellín ante la División Mayor del Fútbol Colombiano, Dimayor.
El Medellín envío una protesta en la que se destacaron tres aspectos fundamentales relacionados no solo con el juego, sino con la atención que recibieron los integrantes del cuadro antioqueño y los hinchas en la capital.
El primer punto en la protesta es la actuación del cuarteto arbitral que dirigió el compromiso, y que según las directivas del Medellín influyó en el resultado.
El árbitro del compromiso fue Sebastián Valencia, de Quindío, acompañado por Wilmar Navarro (asistente #1 de Santander), Ronnis Arrieta (asistente #2 de Córdoba) y Herminsul Calderón (cuarto árbitro de las Fuerzas Armadas).
El segundo punto fue la agresión, que según las directivas del DIM, fueron víctima los comunicadores de la institución en la cabina de transmisión, donde los hinchas del Santa Fe rompieron uno de los vidrios e insultaron a los periodistas.
Y el tercer punto fue el mal trato que recibieron los hinchas en las afueras del estadio capitalino. Algunos seguidores del Poderoso fueron agredidos y correteados por seguidores Santafereños.
Las directivas del Medellín espera que se tomen medidas para evitar que se presenten hechos similares, claro que el tema de los malos arbitrajes no es nuevo en el fútbol colombiano. A lo largo del año, en especial, se han presentado numerosas quejas por el regular papel de los árbitros y la violencia en los estadios del país.
Entre los hechos más recientes está el de la destrucción de sillas en las tribunas Norte y Sur del estadio El Campín por parte de los seguidores de Santa Fe y Millonarios.
Además, el Envigado también protestó este lunes por el regular papel de la terna arbitral en el juego ante el Once Caldas en Manizales y donde los naranjas cayeron 2-1.
El juez central de ese compromiso fue Hernando Buitrago de Bogotá, acompañado en las bandas por Eduardo Díaz de Cundinamarca y Fernando Montoya del Valle. Sebastián Restrepo de Caldas fue el cuarto árbitro.
