Con ley seca y toque de queda a partir de las 10 de la noche de este miércoles, las autoridades del municipio de Anorí esperan controlar la situación generada por el éxodo campesino iniciado desde el pasado lunes.
Según las autoridades locales ya hay en la cabecera local 1.800 personas movilizadas, entre ellas 400 niños.
La preocupación es grande debido a que la Alcaldía no cuenta con recursos para dar atención humanitaria.
Por su parte, el secretario de Gobierno de Antioquia, Andrés Julián Rendón Cardona, afirmó que los campesinos que se han movilizado son intimidados por el Frente 36 de las Farc que opera en esa región, que busca contrarrestar los programas de erradicación manual.
Señaló que el Dapard ha intervenido con la asistencia humanitaria y ha enviado 150 mercados, 350 colchonetas, 150 kits de aseo, 300 cobijas y 30 kits de cocina.
Fumigaciones suspendidas
Rendón Cardona asimismo confirmó este miércoles que desde hace más de un mes están suspendidas las fumigaciones en el nordeste antioqueño.
El secretario dijo, además, que también desmontada la Base que se había dispuesto para ello en Caucasia.
El funcionario indicó que Anorí es uno de los municipios en donde -de manera piloto- se implementan los programas de cultivos alternativos por parte del Departamento y Naciones Unidas.
Precisó que este plan tiene la condición de tratamiento preferencial con recursos y programas para que los campesinos abandonen los cultivos ilícitos para acceder a otros, que tienen todo el acompañamiento técnico y de recursos económicos.