El exgerente del proyecto de Fiscalización de Medellín, Gustavo Zapata Sierra, con ocasión de la tragedia en Space, señala que hay constructores que "son víctimas de su propio invento", por presionar ante el gobierno nacional la flexibilización de los controles que hace algunos años fueron eficientes.
Usted denuncia burlas a los compromisos tributarios.
"En los nueve años que trabajé en la Subsecretaría de Rentas, encontré que como en un proyecto participan varias empresas, una sola ponía la cara ante el Municipio y tributaba sobre su parte en la obra. Las empresas constructoras normalmente a los dos años se liquidan y se van y no dejan rastro".
¿Cuál fue la salida que encontraron al problema?
"Nos dimos cuenta de que no deberíamos fiscalizar a la empresa sino a los proyectos. Encontramos que eran 43 trámites que debía cumplir un constructor en diferentes despachos de la Administración y creamos la ventanilla única del constructor. Le quitamos la liquidación a los curadores y la hicimos directamente desde Planeación".
¿Si este sistema funcionaba, cuándo se perdió?
"El mejor control fue una alianza con EPM para que solo hasta que el proyecto cumpliera los requisitos, le enviábamos el Certificado de Ocupación y se podían conectar los servicios públicos. Esto indignó a los grandes constructores. Del 2008 en adelante presionaron en Bogotá y lograron desmontar esa medida con un decreto nacional".
¿Space tenía recibo de obra?
"La torre seis de Space no tiene ese recibo de obra. Son víctimas de su propio invento. Presionaron tanto con eliminar los controles que eso quedó al garete".
¿Se puede repetir la tragedia por la falta de control?
"En los últimos cuatro o cinco años se ve que hay controles que ya no se están aplicando, entonces podrían presentarse situaciones parecidas".
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