Colombia anunció este viernes un esperado conjunto de medidas de carácter cambiario, tributario y arancelario para enfrentar el alza del peso, pero se abstuvo de adoptar un control directo al ingreso de capitales.
Colombia se unió a las naciones que tratan de defender a sus sectores exportadores muy expuestos a la apreciación de las monedas en la llamada "guerra de divisas", desatada por la devaluación global del dólar.
Por un lado, el Banco de la República mantuvo inalterada en un 3 por ciento su tasa de interés de referencia y extendió por dos meses más, hasta marzo, su plan de compra de dólares en el mercado a través de subastas diarias para suavizar el alza del peso.
Así, el emisor continuará comprando al menos 20 millones de dólares diarios dentro de su intervención en el mercado, que reinició el 15 de septiembre.
Con la extensión del programa, el Banco Central estimó que las compras totalizarían 2.400 millones de dólares.
"La Junta Directiva decidió extender la intervención del Banco en el mercado cambiario y reforzar sus mecanismos de intervención", dijo el gerente del Banco, José Darío Uribe.
"La Junta decidió aumentar su programa de compras de reservas internacionales. Para ello efectuará compras diarias de al menos 20 millones de dólares hasta al menos el 15 de marzo de 2011", agregó.
Cuando Colombia controló el ingreso de capitales en el anterior Gobierno del presidente Alvaro Uribe, golpeó la confianza de los inversionistas extranjeros y aumentó la volatilidad del peso, que flota libremente y que se ha apreciado en hasta más de un 10 por ciento en lo que va del 2010.
El gerente del Banco de la República resaltó la efectividad de su intervención en el mercado, que ha logrado suavizar la apreciación del peso.
"La intervención cambiaria por medio de compras diarias iniciada el 15 de septiembre ha sido exitosa en revertir la tendencia revaluacionista del peso. Todo esto a pesar de que la intervención en Colombia ha sido significativamente menor a la de otros países", explicó.
Medidas del Gobierno
Por el lado del Gobierno, se adoptó un completo paquete de medidas que reducen los aranceles, desincentiva el endeudamiento externo, acude a los mecanismos de compras a futuro de dólares y reduce las necesidades de financiamiento.
"Se decidió no monetizar por parte del Gobierno 1.500 millones de dólares del flujo proyectado para finales del 2010 y principios del 2001, de manera que también se alivie la presión de divisas en Colombia por ese monto", dijo el ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry.
"Buscamos contrarrestar el oleaje que viene del resto del mundo, en particular de la política monetaria expansionista de Estados Unidos que está irrigando dólares en toda la economía mundial y con ello contrarrestar la presión de revaluación del peso colombiano", explicó.
Además, el Ministerio de Hacienda anunció que comprará en el mercado de futuros hasta 3.700 millones de dólares en el 2011, si las condiciones son aceptables.
El Gobierno también redujo el arancel general promedio que cobra el país a un 8,2 por ciento, desde el actual 12,2 por ciento, que le implicará un costo fiscal de alrededor de 500 millones de dólares y que se cubrirá con una mejor gestión en la recaudación de impuestos.
"Esto tendrá una repercusión muy positiva en el empleo y en la lucha contra la pobreza", dijo el presidente, Juan Manuel Santos en un acto de Gobierno.
Por su parte, el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, destacó que la reforma arancelaria llevará bienestar a una parte muy importante del aparato productivo afectada por los altos aranceles, lo que le restaba competitividad.
El director del Departamento Nacional de Planeación, Hernando José Gómez, reveló que la reforma producirá un mayor crecimiento económico, que estimó en 0,22 por ciento anual, la generación de 150.000 empleos y el abaratamiento de los costos en industrias como confecciones, textiles, plásticos, y agroindustria.