Una oportunidad de oro se le presentó al ‘flaco’ Gutiérrez el 19 de septiembre de 2011 cuando quedó a cargo del Santa Fe.
Wilson Gutiérrez era el asistente del entonces timonel cardenal Arturo Boyacá. Su trayectoria como futbolista había sido corta, no menos que su experiencia como técnico. Sin embargo, asumió el reto. Además de la corona de ayer, avanzó a cuartos de final de la Copa Sudamericana 2011 y a la semifinal de la Liga Postobón en el segundo semestre ese mismo año.
Gutiérrez tuvo una gran escuela bajo techo cardenal. De Germán ‘Basílico’ González aprendió la táctica, de Julio Comesaña heredó el orden y a Pablo Centrone le sacó el as de la formación, esquema que le dio gran parte del tiquete para llegar al título.
Wilson es un hombre cariñoso que se deja aconsejar, según su hija María Fernanda, de 15 años, quien cuenta que él es un hombre paciente, persistente y con gran voluntad.
Su hijo de cuatro meses de edad y ‘Mafe’ son la inspiración de Gutiérrez en la cancha. Su carrera deportiva se inició también con el conjunto cardenal en 1993. Fue capitán en algunas temporadas hasta 1998, cuando pasó al Atlético Huila, el último equipo de la primera división con el cual vistió la camiseta de futbolista.
En la segunda división, Gutiérrez luchó por los colores de El Cóndor (2000) y del Unión Soacha FC (2001). Luego se quedó en el club cundinamarqués, pero en la posición de asistente técnico y posteriormente fue llamado para dirigir a Equidad.
Fue asistente de Centrone en Alianza FC en El Salvador, pero Santa Fe lo acogió de nuevo en las categorías inferiores. Luego dirigió al Juventud Girardot en la segunda división a mediados de 2010, para retornar después a su eterna casa cardenal.
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