El Municipio de Medellín cumple con la atención integral a las personas que fueron desalojadas en 2002 de las cuevas del sector del Sagrado Corazón de Jesús, pero es urgente también ejercer mayor autoridad para que ellos cumplan con sus deberes.
Esta es la conclusión más importante de la evaluación que se hizo en el Concejo de Medellín sobre cómo se viene aplicando, por parte de la Administración Municipal, el fallo proferido por el Consejo de Estado que ordenó la protección y la atención integral a esta población.
La secretaria de Bienestar Social, Dora Cecilia Gutiérrez, entregó un detallado informe sobre las acciones desarrollas para atender a toda la población que habita la calle por no tener donde vivir o aquella otra que la eligió como opción de vida. En esa situación de calle habría unas 4.500 personas en la ciudad.
El plan de acción comenzó su aplicación este año con la ejecución de censos para hacer una caracterización de la población habitante de calle del Sagrado Corazón de Jesús y que continuó con brigadas de hábitos saludables, talleres formativos, capacitación y ludotecas móviles.
Además, atención con los programas para adultos mayores y el albergue nocturno para 200 personas, procesos de judicialización, recuperación del espacio público y control al comercio.
Para el concejal Luis Bernardo Vélez, este no es un tema solo de la Secretaría de Bienestar Social y eso lo ha entendido la Administración realizando un trabajo articulado con otras dependencias en la atención de la población habitante de la calle.
Vélez va más allá. Precisa que en este tema y en todos los sociales es más fácil echarse un discurso que dar una solución, porque es un problema estructural y multicausal.
"Es un problema que viene de una sociedad injusta y de muchas dificultades, como son el desplazamiento, la drogadicción, la violencia intrafamiliar y el narcotráfico. Por eso la solución no es como decir hagamos un colegio, porque no es solo un asunto de dinero", anota Vélez.
Agregó el concejal que hay un problema muy grande ligado al de la indigencia, que es el del narcotráfico y las microplazas de alucinógenos, pues la mayoría de habitantes de calle son adictos a las sustancias sicoactivas.
Para la concejala citante, María Mercedes Mateus, es muy importante que se esté haciendo un censo, que fue contratado con la Universidad de Antioquia, pues el más reciente data de 2002.
Éste se entregará el próximo mes y los resultados no serán solo cuantitativos, sino también cualitativos con lo cual se podrán identificar y caracterizar todos los asuntos que tienen que ver con el habitante de calle y así poder hacer una intervención diferenciada.
El concejal Federico Gutiérrez resaltó el trabajo que se hace en pro de esta población, pero llamó la atención en que el problema no está resuelto y que por el contrario crece.
De hecho y pese a los esfuerzos de la Administración, son centenares las personas expulsadas de las cuevas que, prácticamente, se apoderaron del corredor del Río, zona considerada una de las más fuertes plazas del microtráfico en la ciudad. "Hay que garantizarle sus derechos a esta gente pero sin vulnerar la del resto de ciudadanos", precisó Gutiérrez.
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