La caravana del primer ministro de Pakistán, Yousaf Raza Gilani, fue atacada a balazos este miércoles cerca del aeropuerto de Islamabad, pero funcionarios y la policía dijeron que el jefe de Gobierno no viajaba en la comitiva en el momento del atentado.
Es probable que el ataque inquiete a los inversores, que ya temían por la inestabilidad política crónica y la violencia militante islámica en el país con potencial nuclear.
El oficial de policía Mohammad Iqbal dijo que la caravana iba camino al aeropuerto a buscar a Gilani en el momento en que fue atacada.
"El auto se dirigía hacia el aeropuerto cuando fue atacado desde una pequeña colina. Dos balazos impactaron la ventana del conductor", dijo Iqbal.
Previamente, el portavoz del primer ministro Zahid Bashir dijo que se habían disparado tiros contra la caravana de Gilani pero que él estaba ileso.
"Se dispararon varios tiros (...) el primer ministro está a salvo, gracias a Dios", dijo Bashir.
La oficina del jefe de Gobierno dijo que se habían lanzado múltiples disparos por parte de francotiradores e imágenes de televisión mostraron dos marcas de bala separadas por un par de pulgadas en la ventana blindada del vehículo.
Gilani es un encumbrado miembro del partido de la ex primer ministra Benazir Bhutto, quien fue asesinada en un atentado el 27 de diciembre mientras estaba en campaña proselitista.
El Gobierno dice que la mataron militantes ligados a Al Qaeda.
El partido de Bhutto ganó las elecciones del 18 de febrero y Gilani se convirtió en primer ministro respaldado por una coalición oficial.
Reivindicación talibán
Un portavoz talibán pakistaní se adjudicó la responsabilidad del ataque diciendo que Gilani era el culpable de las ofensivas contra los militantes en el noroeste del país.
"Vamos a seguir con estos ataques contra funcionarios y edificios del Gobierno", dijo el portavoz, Muslim Khan.
Los talibanes pakistaníes y sus aliados de Al Qaeda han perpetrado una oleada de ataques con bombas, algunos contra líderes políticos como Bhutto, durante el año pasado, en los que también murieron cientos de personas.
El viudo de Bhutto, Asif Ali Zardari, que ahora lidera su partido y es considerado el posible ganador de la elección presidencial del sábado, se mudó la semana pasada de su casa de Islamabad a la casa del primer ministro, fuertemente protegida, por temor a su seguridad.
Los mercados financieros de Pakistán estaban cerrados cuando llegó la noticia del ataque, pero probablemente el incidente ejercerá presión sobre la rupia y las acciones, que están en baja.
La incertidumbre política, el temor por la seguridad y una economía decadente han minado la confianza de los inversores desde el año pasado.