A Dios, a la oportuna reacción de Salvamento Minero, y al ingenio de los mismos mineros atribuyó Guillermo Ramírez, quien a la vez es jefe de bomberos de Angelópolis, el que haya sobrevivido, con siete compañeros, a un derrumbe en el socavón donde laboraban ayer en la tarde, en zona rural de Angelópolis.
Ramírez comentó que entraron a trabajar, a la una de la tarde, al socavón La Segunda, de la mina Bellavista, de esa población del suroeste de Antioquia y empezaron a extraer material a una profundidad de 500 metros.
Como a las 3:00 p.m. notaron un aumento de la temperatura y que el aire les faltaba, por lo que presumieron que un derrumbe los había atrapado.
"Tratamos de salir y cuando nos faltaban 80 metros para llegar a la bocamina, una peña de unos cinco metros de longitud nos impidió pasar. Nos angustiamos mucho y pensamos en lo peor. Entonces como socorrista tranquilicé a mis compañeros y cuando vi la manguera de la motobomba que sacaba el agua la cortamos y empezamos a gritar, hasta que nos respondieron las personas que nos buscaban. Por allí nos dieron aire y en cuestión de dos horas Salvamento Minero del Servicio Geológico Colombiano (antes Ingeominas), nos había rescatado sanos y salvos", narró.
Con un alegre abrazo entre los mineros y socorristas terminó esta odisea que por unas dos horas puso en vilo a varias familias de Amagá y Angelópolis.
Fabián Morales, coordinador nacional de Salvamento Minero, destacó que la oportuna reacción de sus hombres de la Estación Amagá, se debió a su experiencia y al sofisticado equipo con el que cuentan.
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