El último gran nombre del patinaje antioqueño es el de Jorge Andrés Botero. Y pese a que vive afuera, siente como propio el flojo momento de su deporte en Antioquia, la crisis.
Desde Estados Unidos, en donde vive (recién casado), respondió a EL COLOMBIANO, y examinó el momento del deporte que es icono.
En el Interligas, Valle logró 43 oros por uno de Antioquia y solo hay dos paisas en la Selección. ¿Qué siente con esto?
"Es triste. Cuando fui patinador, en mayores fuimos los líderes en velocidad. Inclusive, en 1998 tuve la oportunidad de ganar todos los oros en pista y compartir con mis compañeros las de ruta. Es triste saber que después de ver que se estaba en lo más alto ahora, a dudas penas, se rescatan medallas, sabiendo que hay tanto talento".
¿Alguna vez vivió un momento de tanta inferioridad del departamento?
"Nunca, de pronto sí lo vi cuando era infantil, pero a medida que mi hermano Guillermo fue llegando a la de mayores, todos sus compañeros se apoderaron del trono. Cuando llegué a mayor mi hermano y yo dominábamos, junto con nuestros coequiperos. Más tarde llegaron los Betancur, con Bustamante y Penagos en las próximas generaciones. Todos con hambre de triunfar y pues eso simplemente alimentó más la competencia interna".
¿Qué piensa de este momento? ¿Por qué se llegó a este punto?
"El patinaje se volvió un juego político sin un líder que tenga la visión de hacer las cosas con pasión. Cuando los patinadores creen que pueden ganar la pensión de su vida si ganan una medalla, sin sentir los colores, ni el honor de representar la tierra, se pierde la motivación. Al mismo tiempo todos se culpan, pero no se toman el trabajo de buscar técnicos afuera, crear competencias internas que ayuden a la motivación, a generar estrategias. Antes se llevaron técnicos de otros países a capacitarse y se creó un ambiente de competencia interna sana que aumentó el nivel. En mi tiempo era mas difícil ganar en departamentales que en nacionales. Una vez eras Selección era casi seguro que tenías una medalla de oro garantizada".
Hay una división entre la Liga y varios de los clubes, ¿qué solución ve?
"Para mí, la solución sería crear un plan de trabajo en el que todos apunten para el mismo lado. Nombrar un técnico, no un preparador físico; alguien que conozca el patinaje y que cree un ambiente de alta competencia sin pleitos. Hacer que los patinadores de los clubes compitan (patinen) entre ellos, más seguido y que los dirigentes resuelvan las cosas y no peleen".
Hay falencia de trabajos de base, ¿Cómo solucionarlo?
"Se perdió la importancia de las bases técnicas, veo patinadores fuertes pero con muy malas bases. Nuestro deporte es muy técnico, y qué tristeza que tras desarrollar el nivel tan alto en técnica se halla descuidado. Si manejamos una camioneta en una carrera de F-1, no vamos rápido, tenemos que cambiar la forma del carro y montar un chasis de Fórmula para competir. Una técnica excelente es como tener el carro más aerodinámico. Hay entrenadores que podrían dar una buena base, podrían ser patinadores de élites o que hayan estado en el mundo: Luis Felipe Botero, Camilo Penagos, José Bustamante, entre otros".
¿Qué papel deben jugar los patinadores?
"Si uno hace siempre lo mismo y tiene los mismos resultados yo aconsejaría cambiar. El patinaje no es del que entrene más duro, sino del que lo haga más inteligente. Yo fui un patinador que salí de mi mundo y busqué nuevos horizontes y opciones. Los patinadores deben ser más selectivos y mirar qué tipo de entrenamiento desean realizar y para dónde desean ir con sus carreras".
¿Se ha perdido el amor por los colores de Antioquia?
"Por mirar el color del oro del Mundial se menosprecian el de otras competencias, pero para ganar hay que tener pasión, sentirse orgulloso de donde se es. Cada carrera se debe correr al 100 por ciento. Si se desea ser campeón mundial se debe empezar con ser campeón nacional".
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