Uno a uno, el orden al final no importa, la justicia colombiana reconstruyó una amplia trayectoria de la historia criminal del país encarnada en el jefe paramilitar Salvatore Mancuso, la misma que ayer, a través de una videoconferencia, sirvió para formularle 650 cargos en su contra.
Mancuso, quien está recluido, desde 2008 en una cárcel de Warsaw (Viginia), E.U., escuchó los señalamientos judiciales, pidió perdón a sus víctimas y clamó a la justicia divina por la vorágine en que terminó perdido, al decidir tomar justicia por mano propia.
El prontuario de Mancuso da cuenta de los episodios de violencia de las Auc y otros grupos armados, nacidas, en buena parte, por la ausencia del Estado en amplias zonas del país, donde desencadenaron una política de tierra arrasada contra la guerrilla y los grupos que la apoyaban.
No obstante, la oleada violenta se ensañó contra miles de inocentes, habitantes de zonas donde campeaba el poder de las armas ilegales.
La formulación de cargos se convirtió en una largo "rosario" de lágrimas, asesinatos, desplazamientos, desapariciones, torturas, incendios, despojo de bienes, mutilaciones, secuestros, violaciones y todo lo que este infierno conlleva, como el hambre, los huérfanos, el destierro, la locura y la ruina.
La Fiscalía informó del resultado de la audiencia de imputación celebrada en el Tribunal Superior de Justicia y Paz de Bucaramanga contra el exjefe para.
Pido perdón
Mancuso al revivir parte de su pasado desde la cárcel donde purga una larga condena, luego del fracasado proceso de paz o diálogos con el gobierno del expresidente Uribe al pedir perdón a las víctimas de los paramilitares que:
"Fundados en una justicia divina, solicitando retroceder el tiempo para no haber caído en ese círculo de violencia y de auto protección que nos llevaron a cometer todos los actos de barbarie conocidos a nivel nacional, actos por los cuales estamos arrepentidos y comprometidos a pagar las penas dentro del proceso de Justicia y Paz. Es tiempo de paz, de perdón y reconciliación, de trabajar de la mano de las mismas víctimas a fin de no cometer actos de repetición".
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