Después de dos años de presentarse al Premio, ayer para la Gabriel García Márquez, la tercera fue la vencida.
No ha sido la única, en Medellín la más educada las instituciones que no son ganadoras en su primer intento se benefician de la revisión que de su gestión directiva, académica, administrativa y con la comunidad, se hace desde el premio.
Este martes con la premiación de los mejores culminó un proceso de nueve meses en el que instituciones, maestros, directivos y estudiantes se le miden, en diferentes categorías, a competir por el reconocimiento de su gestión en pro de la calidad de la educación.
En la ceremonia, realizada en el Teatro Metropolitano, cada persona o experiencia institucional nombrada representaba la celebración de un público que ha sido testigo de su esfuerzo en beneficio de la comunidad educativa.
Con cada nuevo año, llegaban las recomendaciones y la tarea por seguirlas. Hoy la García Márquez goza de ser la institución educativa oficial con mayor nivel de mejoramiento.
En el sector privado, el mejoramiento lo logró el Colegio Calasanz, mientras que la Normal Superior de Medellín fue la gran ganadora de la noche, con el premio a la mejor institución educativa oficial.
El premio, dijo el secretario de Educación Felipe Andrés Gil Barrera, permite definir rutas de mejoramiento, dialogar con pares y documentar experiencias de una ciudad que "es rica en innovación educativa".
Ana Mercedes Gómez Martínez, directora de EL COLOMBIANO, resaltó en la ceremonia que este diario y Proantioquia se sienten orgullosos por ser garantes de los premios. No concibe a la educación sólo como transmisión de conocimiento y por eso prefirió hablar de la importancia de la formación en valores para que los niños y jóvenes lleguen a ser esenciales.
A su turno, Alonso Salazar Jaramillo, alcalde de Medellín, destacó la relación de los incentivos para la estrategia de desarrollo de ciudad formada por la triada cultura, conocimiento y educación. Puntualizó que distribuir riqueza en tiempo presente es distribuir conocimiento.
Luego en la gala se hizo un reconocimiento a los maestros de Medellín. La educadora Adriana María Agudelo, por ejemplo, fue ganadora de la Mención Samuel Barrientos, un ejemplo para la ciudad, por su entrega en el interés de hacer de la Gilberto Álzate Avendaño una institución líder en inclusión.
La experiencia de cada uno de los ganadores merece ser conocida y replicada por otros, por eso la de Adriana junto con la de 18 ganadores más, será documentada en dos libros que elaborarán ellos mismos con ayuda de profesionales.
La quinta edición del premio dejó claro que en calidad Medellín tiene mucho para mostrar y que la labor que realizan los maestros tiene un inmenso valor.
Para el 2011, desde ya se extiende la invitación a colegios públicos, privados y los de cobertura educativa: "La sola estructuración del informe para la postulación y el ser evaluado por externos es una ganancia para los colegios... es una verdadera oportunidad para aprender y hacer visible lo bueno que realizan todos los días", dijo Gil Barrera.
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