Con un ramo en la mano y los ojos en llanto, Margarita le perdonó a Óscar Sánchez hasta ese mechón rojo tan raro que se hizo. “No importa, mi muchacho me ha llenado de alegrías”, explicó la emocionada madre de Óscar, ganador de la cuarta etapa del Clásico RCN-Claro.
En Pereira, Óscar ganó en equipo. El primario, ese que lo ayudó a formarse como corredor en Manizales, le dio la sorpresa en Pereira. A la línea de meta, sin saber del triunfo, llegaron el viejo Carlos Alberto, la madre Margarita Guarín y el hermano Carlos Mario, quienes de cámara en mano y corazón inflado, vieron el triunfo de Óscar Eduardo.
“Fue una sorpresa bonita, ver a mi familia en la meta, no sabía que venían. A ellos les dedico esta victoria, que fue muy sufrida y peleada”, anotó el chico, excampeón de la Vuelta a Colombia sub23, y que tras unos años de pelear con una rodilla adolorida, vuelve a los primeros lugares.
El último, el de ayer, a cargo de GW Shimano, que con movimientos de ajedrecista se quedó con los tres primeros lugares de la etapa, y llevó al pelirrojo a su victoria de etapa, por delante de sus compinches Jhonathan Millán y Diego Quintero, quienes se habían escapado kilómetros antes.
“Hicimos un gran trabajo de equipo, les dije a los muchachos que estaban en fuga (Millán y Quintero) que esperaran a Óscar, que ese era nuestro hombre. Viene por todo en el Clásico”, explicó Luis Alfonso Cely , capitán de los de uniforme blanco y rojo.
La fracción tuvo tantos intentos de escapadas como kilómetros entre Itagüí y Pereira. Poniendo a prueba las piernas tras el terror de la llegada a Santa Rosa de Osos, una docena de equipos intentaron la victoria en un viaje solitario, pero solo Sánchez, quien arrancó en los últimos 15 kilómetros, pudo llegar a la meta en el corazón de Pereira, un hecho que celebró con dos abrazos: con el equipo y luego con su familia. “Fue una gran etapa, los compañeros de equipo se me entregaron a tope, ellos me dieron la confianza para ganar esta etapa. Qué más bonito que celebrar con ellos”, explicó el ganador de la etapa, que le regaló el buqué de los campeones a su madre Margarita, quien lo esperó al lado del podio para darle ese abrazo.
“Este muchacho nos ha llenado de alegrías, lo hemos seguido a varias partes de país, una vez hasta Bogotá. Es un orgullo en la casa”, dice la madre del caldense, que reunió sus dos equipos para celebrar: su familia y el de ciclismo.
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