Mientras el expediente de Guillermo León Valencia Cossio creció en folios tras la orden de su detención en la cárcel de alta seguridad de Itagüí, los procesos contra el resto de funcionarios que trabajaron con él apenas comienzan a tener las primeras hojas.
El Consejo Superior de la Judicatura le ordenó a la Sala Disciplinaria del Consejo Seccional de Antioquia investigar preliminarmente a todos los fiscales y funcionarios judiciales que tuvieron relaciones con el ex director seccional de Fiscalías de Medellín, Guillermo Valencia Cossio, para establecer si alguno de éstos pudo haber incurrido en algún tipo falta disciplinaria.
La decisión fue adoptada durante la sala plena que se adelantó ayer en la capital de la República y en la que, por mayoría, se decidió compulsar copias para que los magistrados del Consejo Seccional investiguen qué tipo de irregularidades pudieron haberse cometido.
Para algunas personas relacionadas con la rama judicial en Antioquia y que fueron consultadas por EL COLOMBIANO, esta decisión acarrea una labor que debió comenzar el Consejo Superior de la Judicatura desde el primer momento en que se conocieron las informaciones sobre lo que sucedía en la Fiscalía de Medellín.
Además, un fiscal que pidió mantener su identidad bajo reserva, dijo que no sólo debía haber comenzado la investigación desde que destituyeron y trasladaron a cinco funcionarios, sino que tienen que "investigar a todos los que han salido a los medios de comunicación a generar informaciones, por lo general, amparadas bajo la reserva del sumario".
Mario Nicolás Cadavid Botero, fiscal delegado ante el Tribunal de Medellín que fue trasladado a Pasto por resolución de la Fiscalía General de la Nación, dijo frente a la decisión de la Judicatura que "está muy bien. Si en Medellín hay una Fiscalía corrupta y está relacionada con Guillermo Valencia Cossio, es lógico que se ordene investigar a ver si los funcionarios son cómplices o encubridores".
También aseguró que "es la orden más legítima y correcta. Es maravilloso porque le garantiza a uno la legítima defensa, porque permite, a través de un proceso de investigación, comprobar que uno es limpio y que todos den las explicaciones que tengan que dar".
Todo un efecto dominó
El 21 de agosto se conocieron algunas conversaciones entre Guillermo León Valencia Cossio y el empresario Juan Felipe Sierra. Estas grabaciones ya habían hecho suponer a la Unidad Nacional Antinarcóticos y de Interdicción Marítima (Unaim) que ambos estaban relacionados con la organización de Daniel Rendón Herrera, alias "don Mario".
De las conversaciones, los investigadores dedujeron que Sierra, con el concierto de Valencia Cossio y el del ex comandante de la Policía Metropolitana de Medellín, Marco Antonio Pedreros, sacaron del organigrama judicial a John Fredy Manco Torres, alias "el Indio", el segundo al mando en la banda de Rendón Herrera, al decir de las autoridades. A Sierra se le dictó medida de aseguramiento el 12 de agosto y fue detenido junto con "el Indio".
El Director de la Policía Nacional, general Óscar Naranjo, despidió a Pedreros y el fiscal General de la Nación, Mario Iguarán hizo lo suyo al declarar insubsistente a Valencia Cossio.
Por último, el 5 de septiembre, dos días después de haber estado en Medellín, el fiscal Iguarán sacó a tres funcionarios de la institución y otros dos fueron trasladados. Se dice que la purga no ha terminado.
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