En 1991, 23 años atrás, otra era la cara que tenía Medellín frente al mundo: las autoridades contabilizaron en diez años un total de 48 mil muertos y, además, conformábamos la deshonrosa lista de urbes con uno de los índices más altos de pobreza extrema.
Aquí poco se pensaba en la inclusión social y, además, la inequidad campeaba por las calles, tal y como se lo describió el alcalde Aníbal Gaviria a los asistentes que participaron en la conferencia Medellín: una ciudad para la vida.
Sin embargo, el hecho de que en dos décadas la ciudad haya logrado darle un giro a su realidad, así todavía persistan muchos problemas, la ha convertido en un ejemplo digno de mostrarle al mundo, de acuerdo con Philippe Oriange, director para Latinoamérica y el Caribe de la Alianza Francesa para el Desarrollo.
Pero, ¿cómo ha hecho Medellín para ganarse esa posición? Según el alcalde Gaviria, una de las claves fue expandir a todos los barrios, sin ningún distingo, el concepto de belleza urbana. "Antes, en Medellín, se construían estructuras pobres para personas pobres, estructuras deficientes en sectores deficientes", comentó.
Y ese es, precisamente, el error que la ciudad no quiere repetir y que ha tratado de enmendar en los últimos años, por ejemplo, con obras como las de los parques biblioteca, el metrocable o las escaleras eléctricas de la comuna 13; y, a partir del gobierno de turno, con las Unidades de Vida Articulada, Uva, el Jardín Circunvalar y el Cinturón Verde.
El hecho de que Medellín vaya por este camino ha descrestado a expertos del mundo en urbanismo, entre ellos la embajadora de Suecia en Colombia, Marie Anderson de Frutos. Según la diplomática, "hay que entender que la receta no la tiene un médico, sino el hospital entero, y en Medellín hay que destacar el liderazgo político que han tenido para llegar a donde están".
Y en el sentimiento de gratificación por la ciudad coincide José Carrera, vicepresidente corporativo de desarrollo social y ambiental del Banco de Desarrollo de América Latina, quien expresó que "hoy día todos los latinoamericanos nos sentimos orgullosos de ser paisas, porque los paisas nacemos donde queremos".
Otro ingrediente esencial es la capacidad de resiliencia de Medellín, reconocida por la Fundación Rockefeller como una de las 33 ciudades más resilientes del mundo. Ayer, el alcalde Gaviria anunció la apertura de una oficina para estos asuntos, la cual estará liderada por Santiago Uribe Rocha, afectado en el desastre del edificio Space en octubre pasado.
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