Cuando se ha analizado el principio de equidad en el gasto público en Colombia, los sectores con mayor regresividad, es decir, aquellos donde el gasto se dirige en mayor proporción a los hogares de mayores ingresos, han sido el de educación superior y el de vivienda. Este resultado es compatible con el diagnóstico realizado por investigadores según el cual la política nacional y local de vivienda se ha caracterizado por centrarse primordialmente en ser dinamizadora de la economía en épocas de crisis. Un ejemplo diciente es el subsidio a la tasa de interés del Gobierno Nacional, el cual multiplicó por diez el presupuesto del sector en el último año, pero donde la más beneficiada parece ser la clase media. Y es que no es sorprendente este dato: en un reciente estudio de Camacol, la demanda para Vivienda de Interés Social -VIS- nueva en el Valle de Aburrá, excedió la oferta 3,7 veces, mientras para vivienda nueva No VIS la oferta excedió la demanda 2,5 veces.
En una mesa de trabajo de Medellín Cómo Vamos en asocio con la Veeduría Ciudadana al Plan de Desarrollo se reconoció que el Municipio de Medellín por décadas no priorizó este sector dentro de la política pública; en contraste, la pasada administración y la actual han dado un mayor reconocimiento a la vivienda y el hábitat como derechos ciudadanos. Mientras en el periodo 1990-2002 los planes de desarrollo en Medellín sólo contemplaron la construcción de 5.000 VIS, durante la administración Fajardo la meta se elevó a 5.782, de las cuales 2.242 se terminaron de construir en 2008, y el actual Plan de Desarrollo plantea como meta la construcción de 15.000 viviendas.
Pese a este avance, de acuerdo a cifras del Viceministerio de Vivienda, no se está cubriendo el déficit cuantitativo de manera significativa. El suelo urbanizable definido por el Plan de Ordenamiento Territorial sólo alcanza para cubrir la demanda a 2015. En el área metropolitana el crecimiento de los hogares a 2019 será de 400.000 y esto implicaría la construcción anual de 28.000 viviendas al año, 60% de las cuales deben ser VIS. De acuerdo con la información recogida en los planes parciales adoptados, para el año 2020 se construirán 31.535 VIS, es decir, solo el 19% de lo que se requiere.
Para Medellín, de acuerdo con el Censo 2005, se requiere la construcción de 210.000 viviendas a 2020; en ese sentido, la actual meta, aunque ambiciosa comparada con las de anteriores administraciones, se queda corta, porque asumiendo que sigue esta tendencia en el crecimiento de la construcción de vivienda, sólo se daría cobertura al 14% de las viviendas requeridas, el déficit seguirá acumulándose y el problema de ocupación ilegal de suelos proseguirá, con los consecuentes efectos negativos de tipo social, económico y ambiental.
Por su parte, el Área Metropolitana ha venido desarrollando unos instrumentos de gestión y de financiación y ha avanzado en la priorización de barrios para proyectos de mejoramiento. No obstante, el avance ha sido muy limitado y dado el enorme reto que enfrenta la región metropolitana, se requiere un mayor liderazgo del Área para promover grandes desarrollos urbanísticos y habitacionales que permitan disminuir sustancialmente el déficit cuantitativo en el Valle de Aburrá, jalonando en esta tarea a todos los municipios.
*Coordinadora del Programa Medellín Cómo Vamos
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