A Juan Carlos, Lorena, Álvaro, Diego y Daniela, así como a otros ocho compañeros no les gustan los fines de semana.
Para ellos un viernes es sinónimo de choque, de enfrentar una cruda realidad. Lloran, hacen pataleta, porque saben que deben dejar el hogar que habitan de lunes a viernes.
En total son 14 pequeños, entre los 4 y los 9 años, hijos de familias desplazadas, en su mayoría, por el conflicto armado.
Ellos tuvieron la fortuna de hallar quién los acogiera: la Fundación Posada de Moisés, un proyecto que nació en 2002 por iniciativa de Elkin Díaz y Gilberto Torres, quienes se dedican a buscar recursos y donaciones para sostener su sede, ubicada junto a la Iglesia de Boston.
Es una obra de titanes que a cada rato se ve en apuros para sobrevivir ante los costos fijos que representa el sostenimiento de cada pequeño.
A todos les brindan alojamiento, alimentación, educación, salud, diversión y apoyo sicológico.
Según explica Torres, los niños llegan allí remitidos por Acción Social, la Unidad de Atención y Orientación a la Población Desplazada, la Cruz Roja o por Bienestar Familiar.
Faltan muchos
Si bien la Posada tiene cupos para atender a 19 niños, solo hay 14 porque están cortos de recursos económicos.
Por esta razón programaron un banquete musical para hoy, con el fin de mejorar su situación financiera.
Las familias provienen en su mayoría de Ituango, Argelia, Urabá e incluso del departamento de Nariño.
Una vez llegan a Medellín, reciben ayuda durante los tres primeros meses pero luego son abandonados a su suerte y las madres, principalmente, deben buscar trabajo a como dé lugar... y en lo que hallen.
La Posada se hace cargo de los pequeños en la semana. Sin embargo, los viernes deben pasar a recogerlos, con los riesgos que eso implica, pues algunos de los menores han sido víctimas de abusos y maltratos y, en contados casos, lo siguen siendo cuando salen de fin de semana.
Gracias a un equipo interdisciplinario, así como a sus directivas y algunos voluntariados, se les ayuda a superar las constantes pesadillas que los asaltan en las noches.
A otros se les atiende para superar problemas de hipervigilancia, ataques de miedo y ansiedad.
Navidad
Las directivas confían que más personas se puedan vincular para compartir su tiempo, regalos, dinero o especies con Juan Carlos y sus amiguitos antes de fin de año.
Del 19 de diciembre al 6 de enero, los niños de Moisés salen a vacaciones, un período duro donde quedan vulnerables a muchos riesgos.
Según explicó Torres, para 2009 quieren implementar un programa para enseñarles nuevas alternativas de trabajo a las madres. Y, en asocio con la Universidad Cooperativa de Colombia, crearán una línea de profesionales donde las madres puedan recibir asesoría mensual a través de una labor voluntaria.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6