El presidente de Bolivia, Evo Morales, inició ayer su segundo mandato tras jurar el cargo en la Asamblea Legislativa, donde dio por inaugurado el nuevo Estado Plurinacional "autonómico y solidario" que pretende poner fin a las etapas "colonial" y "republicana" del país.
"Ahora tenemos consolidada la democracia, no solo representativa sino participativa", proclamó Morales al iniciar su discurso de investidura que presenciaron los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez; de Ecuador, Rafael Correa; de Chile, Michelle Bachelet; y de Paraguay, Fernando Lugo.
Fiel a sus posiciones antiimperialistas, el presidente boliviano lanzó en su posesión algunas "arremetidas" contra Estados Unidos, a quien advirtió que no puede prohibir a su país que tenga relaciones con países como Cuba, Irán o Venezuela.
Sobre sus retos en esta nueva gestión Morales citó la necesidad de acometer una "profunda revolución en el Poder Judicial" y de acelerar la industrialización de los recursos naturales del país como el gas, el litio y el hierro existente en el macizo del Mutún, una de las mayores reservas del mundo en este mineral.
Pero sin duda el desafío más importante de esta gestión -y que Morales apenas citó en su discurso- será la implementación de la nueva Constitución "refundacional" que requerirá de la aprobación de más de 100 leyes en la Asamblea Legislativa.
Quien expuso las líneas ideológicas de la etapa que se abre en Bolivia fue el vicepresidente García Linera, que también renovó su cargo.
"Nuestra modernidad estatal, la que vamos a construir y la que estamos construyendo con el liderazgo popular es muy distinta a la modernidad capitalista. Hay que ponerle nombre: nuestro horizonte estatal, es un horizonte socialista", dijo García Linera.
En su discurso, el vicepresidente -un ex guerrillero que estuvo preso en la década de los años noventa y acompaña a Morales desde su primer mandato en 2006- destacó la "vía democrática al socialismo" que ha tomado su país.
"El socialismo es bienestar, es comunitarizar la riqueza. Es lo que hacían nuestros antepasados, solamente que en una escala mayor con tecnología y con modernidad productiva", dijo.
Miles de seguidores de Morales, muchos de ellos indígenas, se concentraron en la Plaza Murillo para seguir los actos de investidura.
Tras cuatro años de copiar el discurso y el estilo del venezolano Hugo Chávez, el reelecto Evo Morales parece ahora interesado en cambiar de modelo y seguir a Lula, el gobernante brasileño de una izquierda más moderada.
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