Las elecciones del pasado domingo demostraron dos puntos muy importantes para el fortalecimiento de la democracia colombiana.
La estruendosa votación que obtuvo el ganador de la primera vuelta, Juan Manuel Santos, demostró entre otras, que el país parece que se alejó de las tendencias de algunos países de América Latina, como Bolivia, Ecuador y Venezuela, donde los gobiernos giran alrededor de personas y no de partidos.
De acuerdo con el director del grupo de investigación de partidos de la Universidad Nacional, David Roll Vélez, "hay que tener en cuenta que en los países vecinos ha habido una explosión del sistema de partidos y ha habido dificultades en la construcción de democracia".
Estas elecciones demostraron que Colombia sería capaz de superar el tema de las personas y los proyectos caudillistas, para apostarle a proyectos de Estado, como es el que defiende el presidente Álvaro Uribe Vélez y que está representado hoy en Santos.
"Aunque Uribe no le interesan mucho los partidos, él está en capacidad de crear un partido de derecha y de ser su líder y esta es una oportunidad histórica", advierte Roll Vélez, consultor para estos temas del Pnud.
La derrota electoral del bipartidismo es muestra de una consolidación de una colectividad conformada por la coalición de fuerzas tradicionales del país, con un líder natural a la cabeza y que, por supuesto, también tuvo mucho que ver en el triunfo, tal como lo admitió Santos en su discurso triunfador.
Este es un triunfo de Uribe porque la gente demostró que quiere la continuidad de sus políticas, según lo advierte el constitucionalista Juan Manuel Charry.
La sorpresa
Aunque los Verdes no obtuvieron lo esperado, la votación conseguida es muy importante y, tal como lo dijo el candidato de Cambio Radical, Germán Vargas Lleras, estas voces no pueden desoírse y muestran indefectiblemente que allí puede surgir una segunda fuerza política.
"Lo de los Verdes no es una derrota. Si se tiene en cuenta que fue una campaña de 4 semanas. Lo que queda es que los Verdes demuestren que pueden construir un partido serio de centro y cohesionado como opción política, donde los cuatro ex alcaldes están llamados a seguir haciendo política para lograrlo", asegura el investigador.
Pese al triunfo de Vargas Lleras, quien se ubicó por encima del Polo y los partidos tradicionales, su origen liberal y su defensa de la Seguridad Democrática ubican a Cambio Radical más en el partido de la U que otro lugar. Lo que podría hacer prever que también se fundirá en esta colectividad.
Estas elecciones son un triunfo de Uribe, el mensaje de la unión hace la fuerza se aplica en toda su extensión. Logró que alrededor de su proyecto se construyera un partido de congresistas de la U, liberales y conservadores. En la elecciones legislativas, la U obtuvo el 27 por ciento de la votación y en las presidenciales superó el 46.6 por ciento.
Pero estas elecciones también dejaron claro que la izquierda democrática, con el Polo a su cabeza, tiene un espacio pero tendrá que trabajar unida. "Petro fue un candidato con un partido dividido", asegura el analista Armando Novoa, y seguirá como el partido de oposición.
Es decir, hoy Colombia cuenta con tres prometedoras fuerzas políticas definidas y que son señal del fortalecimiento de partidos que inevitablemente redunda en el fortalecimiento de una verdadera democracia.
"Pero no creo que los partidos tradicionales sean los derrotados, este es otro round que perdieron, pero no un nocaut", advierte el investigador. Aunque el analista Novoa considera que este es el punto más bajo de los partidos históricos, porque además de las bajas votaciones muchos emigraron a engrosar las filas de la U.
Lo que si es importante es entender "que Colombia es un país de derecha que le gusta votar por la derecha", advierte Roll, y mientras más definida y cohesionada esté la derecha, el centro y la izquierda democrática, más fortalecida estará la democracia.
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