x

Pico y Placa Medellín

viernes

no 

no

Pico y Placa Medellín

jueves

no 

no

Pico y Placa Medellín

miercoles

no 

no

Pico y Placa Medellín

martes

no  

no

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

no aplica  

language COL arrow_drop_down

La vía Medellín- Quibdó se abre paso entre la selva

Recorrimos la Fase II de la vía Medellín-Quibdó diez meses después de que el Invías diera la orden de inicio. Es impactante la magnitud de la obra.

  • La vía Medellín- Quibdó se abre paso entre la selva | Entre las obras que se adelantan está la de la estabilización de los taludes para controlar los derrumbes. FOTO JULIO CÉSAR HERRERA
    La vía Medellín- Quibdó se abre paso entre la selva | Entre las obras que se adelantan está la de la estabilización de los taludes para controlar los derrumbes. FOTO JULIO CÉSAR HERRERA
10 de junio de 2013
bookmark

En la casa de la familia Restrepo el olor a carne frita se mezcla con el ventarrón de polvo que parece pegárseles a las tajadas de plátano maduro.

El almuerzo que prepara doña Mariela es para los ingenieros de la obra que se sientan en el corredor de su casa, en su mesa, ahí, al borde de la carretera Medellín-Quibdó, a 10 minutos de El Carmen de Atrato, Chocó. Luego aparecen unos soldados y unos trabajadores con uniforme naranjado en el que se lee Corredores Lax 051. Todos buscan gaseosa.

Un pequeño corredor, dos mesas, unos letreros pegados a la manera de obras de arte en los que se ofrece almuerzo, papitas, agua... y una volqueta que pasa a menos de cinco metros de la cocina de Mariela en la que a las 11:30 a.m. se prepara arroz con tajadas de plátano y carne; y el pasar de la volqueta inunda cada centímetro de polvo, polvo. La familia Restrepo sigue hablando mientras tragan polvo, como si fuera parte del almuerzo, como si les gustara. Yo me limpio la cara, me silencio y trato de no toser.

El polvo, que se acaban de saborear, que es como un mal que les gusta porque lo han esperado siempre, trae la carretera; ese polvo me lo comienzo a tragar en La Mansa, donde inicia la Fase II de la Transversal Medellín-Quibdó, cuya construcción arrancó el Invías en agosto de 2012, con un costo de $254.000 millones y que deberá estar lista en 41 meses.

Ahí estas vía amada, muchos años abandonada, con tus muertos, tus catástrofes, ahí estas con toda tu guerra. No es la primera vez que te veo amanecer, pero hoy estas de festejo con un desfile de volquetas y de caras extrañas y de máquinas y de movimiento... y hoy, sí, hoy, parece que hablaras.

Desde La Mansa, a unos 30 minutos de Ciudad Bolívar, Antioquia, se sienten los motores de las máquinas, el zumbido de las piedras al caer, la lluvia de arena y aparece el rostro de una mujer que se cubre toda, todita, a la que solo se le ven los ojos, y que pide "calma", mientras la retroexcavadora carga de arena 10 volquetas. ¡Paciencia… ¡Paciencia…

A partir de aquí, se observan las obras de mantenimiento y de estabilización en por lo menos 57 kilómetros. Así mismo, trabajan en las obras de explanación, razón por la cual se construyó una vía paralela al río Atrato, que se usa para la obra, pero también se usará cuando se deba cerrar la vía para no bloquearla por muchas horas a los transportadores.

Y de los bloqueos ya hablan en la vía. El primero es en La Mansa, en el mismo lugar donde está parada la mujer de los ojos vistosos, que está tapada, toda, todita, y que pide paciencia. El segundo es justo en el desvío que se construyó paralelo al río porque por ahora solo la usan los trabajadores y por eso en la fila hay 35 camiones.

Un obrero. Joven. De acento antioqueño. Bajito, muy bajito. Blanquito. Se seca el sudor. Se recuesta en unos bultos de cemento y advierte: "Si, mujer, lo más difícil hasta ahora, además de los aguaceros, es hablar con cada uno de los conductores para que entiendan que la obra es importante. Muchos se enojan porque les toca esperar horas, pero para eso les estamos informando de los cierres".

Ahí estas vía ingrata, ingrata y desobediente, ahí estas con toda tu agua, tu manigua, tus piedras, tu río, tu silencio, tus soldados. Ahí estas como una fotografía desde el primer día en que nos vimos cuando tus muertos me hicieron encontrarte. Ahí estas vía triste, estas de fiesta, con un atardecer que cae lento, lento.

Un ingeniero al que llaman Ómar continúa la conversación y para él lo más difícil, además del Sol, del agua, de explicar los cierres, es el orden público y entonces, los demás se silencian.

"Veníamos trabajando bien, pero hay miedo después de que la guerrilla del Eln quemó esta semana dos volquetas. La orden era abrir un frente de trabajo en El Dieciocho y está paralizado. No podemos arriesgarnos", advierte el hombre canoso, de uniforme sucio y acento del interior del país.

El Invías asegura que lo más difícil de estos meses es el orden público, que históricamente ha estado alterado en este corredor vial. El Instituto informó que tiene el apoyo del Ejército para garantizar la continuidad de las obras.

Pero la imagen de las volquetas quemadas van de celular en celular. Y duelen. Y a los trabajadores los intimida. Los pocos que hablan del tema, dicen no tener miedo. Pero el olor a quemado todavía está en el aire y lo único cierto es que mientras estos hombres y mujeres almuerzan, ahí justo al lado del cemento y de las piedras, un grupo de soldados no les quitan la mirada, se mimetizan, y no parpadean y no hablan y no sonríen, simplemente están alertas.

La caravana de volquetas que acaba con el ensordecedor silencio de la selva, que van como de afán, que no se detienen, entusiasma a unos y a otros. Todos aman ese polvo que dejan al pasar. En el pueblo, aquí en El Carmen de Atrato, hay expectativa, quieren que sea ya, ya, que empiecen con el cemento, es un afán que han tenido durante años y por primera vez sienten que la vía es real.

Martín, que va rumbo a Quibdó con su camión lleno de papa, cuenta que le quedan ocho horas de viaje. "Hay que ser realistas, las obras apenas empezaron, pero empezaron, ya eso es mucho. La carretera tiene por lo menos 30 kilómetros malos, de resto está muy buena. ¿Ya usted vio la entrada a Quibdó? Es una belleza de vía".

Ahí estás vía adorada tratando de hacerte realidad, cambiando el barro por cemento. Ahí estas, muriéndote cada día con estos piropos nuevos, con estas ganas infinitas de todos por llegar a Quibdó en bicicleta. Ahí estas con todo tu polvo, polvo que se pegó de mi garganta.

Te puede interesar

¿Buscando trabajo?
Crea y registra tu hoja de vida.

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD