Venía tan bien que, pese a ser debutante y a no tener la trayectoria del segunda base de su equipo, Daniel Murphy, el manager de los Mets de Nueva York, Terry Collins, le había dado toda la confianza y hasta realizó movimientos en su cuadro interior para mantenerlo en el segundo cojín.
Y así, el beisbolista colombiano Dilson Herrera había comenzado su acelerada carrera en busca de la consolidación, no como el intermedista del futuro de esta novena de las Grandes Ligas, sino el de hoy.
Collins, tras los primeros juegos del novato cartagenero de 20 años y su excelente desempeño al bate y a la defensiva, optó por trasladar a la tercera almohada a Murphy -quien regresó luego de sufrir una lesión en un hombro-, y dejar a Herrera en la segunda.
Desde que fue ascendido al primer equipo, "Dilson ha demostrado que tiene una carrera brillante si logra mantener el ritmo para subir el nivel poco a poco", reportó la página oficial de la MLB -Mayor League Baseball-. Y es más, parece tener ángel: de los 18 partidos que disputó, hasta hoy, su equipo ganó 11 y él fue siempre de los puntos altos en rendimiento.
Pero no todo puede ser bueno. Una distensión en el cuádriceps de la pierna derecha, cuando marchaba hacia la primera base, luego de disparar sencillo, en el juego del sábado ante los Bravos de Atlanta, lo dejó entre algodones.
"Su lesión no es tan grave. Vamos a cerciorarnos de que tenga un buen proceso de recuperación y con suerte, estará corriendo y tal vez de regreso en la alineación" explicó el manager. "Sabemos que no fue grave pero Grandes Ligas se juegan todos los días y salir del equipo puede ser complicado", señaló José María Herrera, el padre del jugador criollo
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