- Las piezas remanufacturadas son el punto de la discordia.
- Acolfa, por su parte, piensa que los resultados son negativos.
- Para Asopartes lo que se logró en la negociación es positivo.
José Alejandro Pérez Monsalve
Medellín
No lleva una semana de cerrada la negociación entre Colombia y Estados Unidos para alcanzar un Tratado de Libre Comercio (TLC) -falta que lo aprueben los congresos de las dos naciones y el control de legalidad de la Corte Constitucional en Colombia-, y ya lo acordado en un inicio tiene en polémica a la industria de autopartes de Colombia.
Dos visiones distintas, de acuerdo con la fuente que se consulte, se dejan ver en este sector.
De un lado, la voz de Asopartes, un gremio que reúne a fabricantes, importadores y comercializadores, es de tranquilidad por lo logrado durante las negociaciones.
Tulio Zuloaga Revollo, su presidente, respiró tranquilo una vez cerradas las rondas de negociación.
De un lado, anota, se evitó la pretensión de Estados Unidos de permitir el comercio de autopartes usadas.
Y en segunda medida, aunque en un comienzo la oposición era total, el acuerdo contempló la posibilidad de ingreso de partes y piezas remanufacturadas pero con condiciones, un hecho que para este gremio es más alentador que lo que había propuesto Estados Unidos al inicio de las rondas.
Remanufacturados
Pero es precisamente la posibilidad de ingreso de piezas remanufacturadas la piedra en el zapato que hoy lleva a que otros representantes de esta actividad no estén tan contentos con lo negociado en el TLC.
"Para nosotros el balance es negativo", dice de manera contundente Camilo Llinás, presidente de Acolfa, que reúne a los fabricantes de repuestos y piezas para vehículos que se montan desde ensambladora.
Para este gremio, la posibilidad de que entren usados sigue totalmente viva por cuenta de la definición de productos remanufacturados que, plantea, es débil
A su juicio, señala, la definición que utilizaron los negociadores para permitir que las autopartes remanufacturadas hicieran parte de los productos beneficiados con el TLC es una puerta por la que se podrán colar repuestos usados.
Explica el señor Llinás que en la práctica lo que un remanufacturador americano podría hacer es que, por ejemplo, tome una parte de frenos usada, se desensambla, se hace un proceso de limpieza y se le incorpora otro elemento que también podría ser usado al que también se le hizo limpieza y se ensambla la nueva pieza. "En la práctica, un usado más otro usado da como resultado un remanufacturado", dice el señor Llinás.
Pero Tulio Zuloaga Revollo es más optimista y considera que con la reglamentación que debe venir para hacer viable ese comercio es posible evitar ese tipo de situaciones.
Anota, por ejemplo, que la remanufacturación sólo la podría hacer el fabricante o un concesionario de éste.
Debe existir el desensamble total y el remanufacturador debe entregar una garantía como producto nuevo.
De todas formas, el presidente de Acolfa no está tan convencido y teme que por efecto de esta negociación haya una fuerte crisis y un gran porcentaje de las más de 150 empresas que agrupa Acolfa se vean obligadas a una reducción de sus operaciones, cuando no al cierre.
Bueno o malo, cada gremio, por su lado, comenzará a desarrollar una tarea de información a sus afiliados que deben prepararse para enfrentar una realidad, cada vez más cercana, de apertura comercial.
¿Aumentarán las exportaciones?
Más allá de la discusión en el campo de los remanufacturados, el presidente de Asoparte, considera que una vez en vigencia el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, el sector podría incrementar sus exportaciones a ese mercado en un 10 por ciento aproximadamente.
Hoy esta industria vende en esa región productos por 960 millones de dólares, que son el 28 por ciento de las exportaciones totales que realizan estas empresas. ¿Qué piensa Camilo Llinas? Primero vamos a ver quienes quedan y luego buscaremos las posibilidades de exportación", responde.