Un cortometraje sin buenos ni malos, producido por estudiantes de la Universidad de Antioquia, acaba de ser seleccionado por el Festival de Cannes para participar del Short Film Corner.
"A la hora de tocar un tema como el conflicto, hay que dejar de lado muchos paradigmas, muchos de ellos mediáticos. Uno de ellos es que esto es una guerra entre buenos y malos", asegura el director Juan Sebastián Mesa en el detrás de cámara de Kalashnikov.
El corto, afirma Mesa, es una historia en medio del conflicto armado contada desde el punto de vista de las víctimas; el relato, basado en hechos reales, de un campesino que encuentra un cargamento de fusiles y a partir de allí se ve preso de una serie de dilemas morales sobre qué hacer con estos.
"Nosotros queríamos demostrar que con pocos recursos y con el ánimo que teníamos podíamos lograr contar una historia bien contada y lograr transmitir lo que sentíamos a las demás personas", afirma Alexánder Arbeláez, productor del filme e integrante del colectivo audiovisual Monociclo.
La esquina del corto
Cuenta Juan Sebastián Mesa que uno de los imprevistos que tuvieron que sortear fue la suplantación de uno de sus actores.
El papel de Andrés, hijo del protagonista, en un principio estuvo en manos de Fabián Flores, un niño de Pueblo Rico, municipio donde se rodó el corto.
Sebastián, hermano gemelo de Fabián, terminó suplantando a su hermano sin que los productores lo notaran inmediatamente. "Yo creo que las dificultades que tuvimos en el rodaje las pudimos sobrepasar fácilmente por esa cercanía que teníamos con el guión y el pueblo", señala Arbeláez.
Para su rodaje, Kalashnikov contó con la colaboración de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia y el Colectivo audiovisual Rara.
Es uno de los 15 cortos colombianos que fueron seleccionados para participar en el Short Film Corner de Cannes. De la región también participará la producción colombo-española La Calle Estéreo, de Zombie Estudio.
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