E n toda sociedad cada uno de los ciudadanos tiene derecho al trabajo y a soñar. Ambas cosas tratan de combinar bien los defensores centrales Pepe Portocarrero y Humberto Mendoza en la Selección de Colombia.
Los dos son conscientes de que su convocatoria generó reacciones encontradas y que son más los que están en contra que a favor del llamado que les hizo el técnico Jorge Luis Pinto para las dos fechas venideras de la Eliminatoria Suramericana.
Sin embargo, Pepe y Humberto consideran que están en el grupo por sus condiciones y no por amistad o rosca con el cuerpo técnico del combinado patrio.
Mendoza reconoce que se sorprendió con el llamado y Portocarrero, quien en junio jugó cuatro minutos frente a Perú, recuerda que su llamado también generó especulaciones. De igual forma, coinciden en que hacen parte del grupo que recibirá el sábado a Uruguay y visitará el miércoles a Chile porque se destacan en sus equipos y tienen experiencia.
"Yo no soy rosquero y estoy acá porque vengo haciendo las cosas bien con Cúcuta. De no tener nivel sería el primero en no aceptar la convocatoria porque me gusta ser franco. El llamado es un estímulo y una muestra de respeto por la experiencia y la capacidad que uno tiene para aportarle a un grupo con aspiraciones como la Selección", comentó Portocarrero, quien el año pasado se destacó con el Cúcuta en la Copa Santander Libertadores.
Mendoza lleva dos convocatorias en la Eliminatoria y aún no debuta. Pese a ello, dice estar tranquilo porque cree tener con qué pelearle un puesto a Aquivaldo Mosquera y Amaranto Perea.
Mendoza aceptó que "hay unos medios que dicen muchas cosas en mi contra por el llamado a la Selección, pero estoy tranquilo porque vine a trabajar y también merezco mi oportunidad debido a que puedo aportar las cosas buenas que he hecho en Nacional. Lo primordial acá no es quiénes llegamos, sino pensar en Colombia para sacar los tres puntos ante Uruguay que nos acerquen al Mundial".
Tanto Portocarrero como Mendoza le agradecen a Dios por permitirles codearse con 11 colegas que antes de consolidarse en el exterior también tuvieron que soportar las críticas cuando iniciaron su recorrido en el país.
Las especulaciones de la prensa y los aficionados ocupan un lugar secundario en la vida de Pepe y Humberto, ya que ellos también tienen derecho a soñar y cuentan con el respaldo del técnico Pinto, que es lo único que les preocupa en Llanogrande.
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