Cinco turcos y cuatro estadounidenses murieron en el avión de Turkish Airlines que se estrelló el miércoles en un campo mientras aterrizaba en el principal aeropuerto de Amsterdam, informó este jueves un funcionario holandés.
El alcalde de Haarlemmermeer, Theo Weterings, dijo que se estaba tratando de identificar al resto de los pasajeros del vuelo TK 1951 de Turkish Airlines que había salido de Estambul, especialmente a aquellos que estaban heridos de gravedad.
Por lo menos 63 personas siguen, entre ellas seis en estado grave, dijo el alcalde a periodistas.
"Cuatro de ellos están en están en una condición tan grave que no nos hemos podido comunicar con ellos", destacó Weterings en rueda de prensa.
Tres de los nueve muertos eran miembros de la tripulación.
En tanto, investigadores examinaron este jueves grabadoras del Boeing 737-800 que se estrelló en la mañana del miércoles.
Funcionarios holandeses llevaron las grabadoras del vuelo, conocidas como cajas negras, a París donde autoridades francesas brindarán asistencia técnica.
Se realizará una reconstrucción del accidente combinando datos de las grabaciones e información recolectada en el lugar, dijo la portavoz de la Junta de Seguridad Holandesa Sandra Groenendal.
"Sabremos más después del fin de semana y probablemente tendremos pistas para determinar la dirección de la investigación y cómo proceder", sostuvo.
Weterings dijo que en total 121 personas fueron tratadas en hospitales alrededor de Amsterdam.
Los nombres de las víctimas no serán dados a conocer hasta que todos hayan sido confirmados y sus parientes hayan sido notificados. Un avión que transportaba a 67 parientes de Turquía aterrizó en el aeropuerto de Schiphol el miércoles.
El vuelo TK 1951 se estrelló en la niebla matutina mientras intentaba aterrizar en Schiphol y los pasajeros describieron el accidente como que el avión repentinamente cayó a tierra durante el aterrizaje.
El presidente de la Junta de Seguridad, Pieter van Vollenhoven, dijo a medios holandeses que el avión dejó una pequeña estela en el campo donde se estrelló, indicando que los motores podrían haberse detenido dándole un mayor empujón.
"Si entonces pierdes velocidad, literalmente caes del cielo", dijo según fue citado.
La investigación está siendo dirigida por la Junta de Seguridad Holandesa, que determinará la causa del accidente, y la oficina de fiscalía pública, que está investigando las dudas de quién es responsable.
Tres miembros del personal de Boeing, el fabricante del avión, y dos investigadores de del fabricante de los motores, CFM International, también están ayudando a las autoridades holandesas. Turkish Airlines entregará los registros de mantención del avión.
