El español Rafael Nadal se clasificó este domingo por segunda vez en su carrera a la final de la Copa de Maestros de Londres al imponerse al suizo Roger Federer por 7-5 y 6-3, en una hora y 19 minutos.
El número uno del mundo se medirá el lunes contra el ganador del duelo de esta tarde entre el serbio Novak Djokovic y el también suizo Stanislas Wawrinka para tratar de conquistar uno de los pocos títulos que aún falta en su palmarés.
Nadal disputará su segunda final en el torneo que reúne a los ocho mejores del ránking al término de cada temporada -perdió ante Federer en 2010-, mientras que el suizo quedó eliminado de un campeonato que ha conquistado en seis ocasiones, más que ningún otro tenista.
Federer se enfrentaba hoy en Londres a Nadal y a su propio estado de forma, un día después de un exigente duelo de dos horas y media ante el argentino Juan Martín del Potro y al término de una temporada en la que tan solo ha levantado un torneo menor (Halle), su peor resultado en más de una década.
"La segunda rotura del segundo set ha sido muy importante. Ganar el primer parcial era importante aunque con Federer siempre es complicado, porque como se lo juega todo a cara o cruz, te hace sentir que el partido está en sus manos", dijo Nadal.
"Pero después de haber jugado un partido largo ayer, tenía una ventaja que he aprovechado", recalcó el jugador español sobre en duelo entre el suizo y el argentino.
"He hecho un partido correcto", resumió Nadal, "algunos de los puntos de rotura los he disputado con la decisión adecuada y quizás Federer ha cometido algún error más de lo normal, y eso me ha ayudado", dijo Nadal contento de estar en la final de un torneo en el que nunca ha podido triunfar.
"Históricamente es el que se me ha dado peor, pero mañana voy a hacer lo posible por ganarlo. De todas formas, pase lo que pase, este año es de los mejores de mi carrera", añadió.
A pesar de que su carrera parece haber entrado en declive, el helvético, el tenista que más torneos del Grand Slam ha ganado (17), luchaba en esta edición para hacerse con su séptima Copa de Maestros en uno de sus escenarios fetiche.