Ya la había pasado en Barranquilla, y un par de veces en La Ceja. Pero nunca en Brasil. "Es un sueño que se cumple, así sea el 31 de diciembre", dice entre las pocas risas que se le escapan a Germán Naranjo, el único antioqueño que retará a San Silvestre.
Habla poco, y juega mucho con el cierre de su chaqueta. Se pone nervioso por fuera de la pista. En ella, con los tenis puestos, uno de los 10 hermanos Naranjo se siente más cómodo.
"El primero en buscar suerte fue Ancízar, el mayor, que estuvo un año en Medellín pero no pudo rendir. Luego se vino William y ahora estoy yo", dice Germán, que con 28 años es el último de los hermanos de Riosucio que se dedicó al atletismo.
Hace una década salió de su municipio de Caldas buscando dar los pasos más rápidos, detrás de William, un múltiple campeón nacional, integrante del equipo Porvenir (ausente este año), y quien ya ha recorrido cinco veces las calles de Sao Paulo en la carrera del último día del año. Por eso, en la casa tiene al que le pastelea.
"Con William ya hemos visto el recorrido, lo analizamos y me ha dicho en qué lugares hay que apretar, y que los últimos kilómetros, en el ascenso, es donde se define todo", explica Germán, quien fue cuarto hace un par de semanas en la Carrera Navideña de Protección, la última buena actuación.
Sabe que no tiene los pergaminos de su hermano, o de Diego Colorado y Juan Carlos Cardona, los últimos que en años pudieron estar en el podio de la competencia. Pero, durante los últimos cuatro meses, Germán pensó en la comida brasileña como la de Año Nuevo. Por eso le metió toda a la Carrera de Buga, y se quedó con uno de los tiquetes hacia Sao Paulo. "Es una competencia muy fuerte, tanto por la carrera misma, como por los competidores, pues están los brasileños y los keniatas, que son muy fuertes. Espero estar entre los 10 primeros, pero para mí ya es un sueño cumplido correr en San Silvestre".
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6