Pese a ser uno de los principales trastornos del estado de ánimo y de estar en boga permanentemente, el subdiagnóstico de la depresión sigue siendo una constante.
"Lo preocupante es que la gente no sabe que puede tenerla, y por lo tanto no buscan ayuda", cuenta la psicóloga Liliana Ramírez.
Ella es una de las tres voces que atiende la Línea Amiga y su experiencia de un año largo al lado del teléfono, le permite afirmar que ese malestar en el estado de ánimo es una de las consultas más frecuentes.
Lo sabe Olga Marín*, que se pasó días enteros llorando sin razón aparente "y con una desazón aquí, en el corazón".
Es una tristeza, se dijo, pero ésta se le alargó y de días pasó a semanas y luego a meses.
"Salía a la calle para distraerme y me tenía que devolver a la casa, porque solo quería llorar, nada más", cuenta.
No comía, dormía mal. No tenía ganas de nada. Entonces, hizo lo que pocos pacientes hacen por cuenta propia: consultó con un psicólogo. "Tenía un trastorno depresivo", cuenta ahora.
Para Ramírez, una de las dificultades más comunes para diagnosticar y tratar a tiempo el problema, es que la gente asume este tipo de situaciones como normales. "Pero en realidad no es así, sobre todo si perdura en el tiempo. Cuando ha pasado más de un mes y no se mejora, es importante buscar ayuda".
Sin edad para deprimirse
No hay una edad en la que se está "a salvo", de este trastorno en el estado de ánimo.
Por eso el tema es mucho más sensible en los niños, en especial en los hijos de padres que han padecido trastornos depresivos. "Hay una vulnerabilidad genética, por llamarlo de algún modo", explica la psicóloga.
Hay que tener cuidado con su comportamiento en el colegio o que se tornen irritables. "Más fácil llora un adulto que un menor, sus cambios son más comportamentales", anota la especialista.
¿Qué desata la ansiedad? En su experiencia, esta especialista ha encontrado que los fracasos, el duelo y las separaciones sentimentales son los motivos más frecuentes en el surgimiento de dicho trastorno.
¿Se puede prevenir la depresión? Para el también psicólogo Juan Eugenio Naranjo, cómo se afrontan los problemas tiene mucho que ver con la formación que se recibe desde pequeño.
"Enseñar a los más pequeños a afrontar los problemas, a solucionarlos es lo más importante", opina.
Ramírez concuerda con él y agrega que: "Puede que no lo blinde, pero sí te protege a las personas de detonar un trastorno depresivo." Y repite: "lo importantes perder el temor a consultar con un especialista".
* Nombre cambiado.
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