Todo lo bueno, lo malo y lo impredecible converge en la implementación de la nueva ley de salud federal, que desde ayer comenzó oficialmente, junto con un impopular mandato y el peligro de más afectaciones.
Los cambios son una mejora sustancial para algunos, entre ellos Howard Kraft, de Lincolnton, Carolina del Norte. Una dolorosa lesión espinal le impide trabajar como maletero en un hotel. Pero ahora tiene cobertura médica porque la ley federal prohíbe a las aseguradoras rechazar a personas que ya padezcan de alguna enfermedad.
"No soy una de esas personas que tiene cobertura porque me obligan", dijo Kraft. "La necesito para vivir". Pero lo que resulta positivo para millones como Kraft otros los ven como una imposición: exigir que virtualmente todas las personas del país tengan cobertura médica.
Pero los titulares que genera la nueva ley de servicios médicos pudieran salir de las consecuencias del desorganizado debut del programa. Los problemas de inscripción en el portal HealthCare.gov parecen haber sido resueltos en su mayoría y 2,1 millones de personas se inscribieron. Pero los aseguradores dicen que siguen recibiendo miles de inscripciones erróneas.
Eso significa que a principios de año algunos pacientes asegurados pudieran ir a la farmacia a comprar medicamentos por receta, o presentarse en emergencias con un problema de salud, y les digan que no hay registro alguno de que estén asegurados.
Una preocupación son los registros de inscripción conocidos como "huérfanos" y "fantasmas". Los primeros son inscripciones de las que el gobierno tiene registro, pero no aparecen en los sistemas de las aseguradoras. Los "fantasmas" son nuevos clientes, las aseguradoras tienen sus registros, pero la información no aparece en las computadoras del gobierno.
Este último argumenta que la cantidad de errores se redujo significativamente y las aseguradoras concuerdan. El asunto es que el volumen de inscripciones aumentó, lo que significa que la cantidad de casos problemáticos puede subir. Y no hay forma de solucionarlos con rapidez.
Previendo la situación, grandes cadenas de farmacias como CVS y Walgreens anunciaron que ayudarán a los clientes con problemas de cobertura y que les ofrecerán medicamentos sin que paguen de inmediato. Phil Schiliro, asesor de servicios médicos de la Casa Blanca, dijo el martes que están trabajando con las aseguradoras para "hacer frente a lo que siempre serán problemas inesperados en una transición".
Muchos que tenían seguro médico en su trabajo siguen preocupados. Así las cosas, el debate podría durar años.
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