Ojalá que todos los colombianos pensáramos como Shakira que la educación es la verdadera solución a muchos problemas del país, que debemos tener un compromiso social constante, que tenemos que aspirar a más y que no nos podemos conformar con las migajas que nos tiran.
Ojalá que todos los latinoamericanos pensáramos como Óscar Arias Sánchez que los únicos responsables de nuestro subdesarrollo somos nosotros mismos, que podemos reescribir nuestra historia si reconocemos y superamos los obstáculos del desarrollo de Latinoamérica (la resistencia al cambio, la desconfianza, el débil compromiso democrático y la carrera armamentista).
Que debemos tener una cultura de la paz y que nuestros enemigos son el hambre, la ignorancia, la desigualdad, las enfermedades, el crimen, la degradación ambiental...
Ojalá que todos pensáramos como José Saramago que somos capaces de más, que no nos podemos conformar ni resignar.
Que debemos tachar la palabra "esperanza" de nuestro vocabulario porque contamos con una más enérgica: "voluntad".
Ojalá.
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