Casierra, Amaya, Acosta, Ramos... todos abandonaron el campo con la cabeza abajo, derrotados. No valió el aplauso que bajó desde las gradas y tributado por los aficionados antes de abandonar el Palogrande.
Tampoco el estímulo del técnico Pompilio Páez, quien entró al campo tras el pitazo final y trató de estimular a cada uno de sus muchachos.
Al grupo le dolió la eliminación de la Copa Santander Libertadores. El Once empató anoche 2-2 con Internacional de Brasil, pero ese resultado no le alcanzó para seguir en la Copa. Mientras los brasileños entrarán al Grupo Uno con del peruano Juan Aurich, el boliviano The Strongest y el brasileño Santos, los colombianos volverán, pero a la Liga Postobón I 2012.
La noche futbolera empezó muy bien en Palogrande. Muchos ni siquiera habían entrado al escenario y hacían filas afuera cuando llegó la primera emoción. Nei agredió a Guillermo Beltrán en el área y el árbitro pitó penalti cuando apenas se ajustaba el primer minuto de juego.
El paraguayo Núñez fue al cobro y lo hizo con éxito. Inicio inesperado y positivo para el local. Sin embargo, los primeros minutos fueron lentos y el visitante no perdió su compostura: trató de tener la pelota y bajar el ritmo.
A medida que corrieron los minutos el Once mostró algo que al final le pudo costar la clasificación: jugó muy mal defensivamente. Fue desordenado y no fue capaz de controlar el toque y la dinámica del rival.
Se acabó el sueño
Pero la ilusión se empezó a desbaratar a los 10 minutos, cuando empató Internacional. En la mitad no fueron capaces de controlar a los tocadores, habilitaron a Óscar, quien fue derribado por Mauricio Casierra.
El gol de D'Alessandro cayó como un baldado de agua fría porque ya obligaba al Once a hacer dos anotaciones más para clasificar. Al equipo le costó reaccionar. Los técnicos sacaron a David Álvarez por Ayron del Valle.
10 minutos más tarde, Inter se fue arriba 1-2 y acabó de entristecer el panorama. Esta vez la "tocata" la hicieron por el lado derecho, tiraron el centro para que Tinga, solo, la tuviera que tocar ante Neco Martínez.
En el remate del primer tiempo emergió Mario González como el líder, pero estaba solo, muy solo. Pajoy y Núñez se fueron del juego, Ayron estaba distraído y Beltrán se movía, pero sin la claridad esperada.
El segundo tiempo pareció una herradura, pero las grandes opciones las tuvo el rival. El Once manejó la pelota, llegó, puso condiciones. En el último cuarto de campo tiró centros sin precisión. Ahí falló.
Inter controló el juego, con o sin pelota. Incluso tuvo para golear al local, pero Neco y los despilfarros de Óscar, Damiao y D`Alessandro lo evitaron. Allí pesó la experiencia de uno contra la inexperiencia del otro.
El hincha abandonó el Palogrande con el sinsabor porque no se avanzó, pero consciente de que el rival que pasó anoche por Manizales no solo era el favorito de la llave sino también para ganar la Copa Libertadores.
El Once, por su parte, ratificó que está en proceso, por la llegada de los nuevos y la inexperiencia de los jóvenes.
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