La coalición opositora venezolana decidió ayer retomar los contactos con algunos gobiernos extranjeros ante la compleja situación que enfrenta el país, agobiado por una galopante inflación, severos problemas de escasez de bienes básicos y una creciente delincuencia.
La Mesa de la Unidad Democrática planteó al representante diplomático del Vaticano la necesidad de activar las instancias internacionales que permanecen preocupadas por la crisis venezolana, dijo el secretario ejecutivo del bloque, Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la mesa.
La oposición decidió reactivar su diplomacia cinco meses después de que se suspendieron las conversaciones con el gobierno del presidente Nicolás Maduro debido a divergencias entre las partes.
Torrealba se reunió a inicios de semana con el nuncio apostólico en Venezuela, monseñor Aldo Giordano, quien participó junto con los cancilleres de Brasil, Colombia y Ecuador como facilitadores en el proceso de diálogo que mantuvo entre abril y mayo pasado el gobierno y la oposición.
Torrealba dijo a The Associated Press que la Coalición y el nuncio apostólico estuvieron de acuerdo en la “necesidad de activar aquellos mecanismos y aquellas instancias que han estado preocupadas por la crisis venezolana”.
El dirigente agregó que la alianza opositora tiene previsto establecer conversaciones inmediatas con otras cancillerías.
La comunidad internacional estuvo atenta a la difícil situación que enfrentó Venezuela entre febrero y mayo a raíz de unas violentas protestas callejeras contra el gobierno que se registraron en Caracas y otras ciudades y que dejaron 43 muertos.