A punto de partir para una competencia de natación, María Licenia Restrepo sintió un estruendo que la hizo salir al balcón a ver qué pasaba y se encontró con una llamarada inmensa, casi en su cara, que provenía de la empresa CI Fabritex, que está al frente de su casa.
Ya unas sobrinas que viven un poco más retiradas y que habían alcanzado a ver las llamas la estaban llamando para avisarle, pero ella había salido de la casa.
Minutos después la chimenea de una de las calderas de la empresa, ubicada en la calle 50 N°100B sur 700, en el poblado mayor La Tablaza, de La Estrella, se vino sobre su casa afectando el techo.
Un vecino contó que estaba afuera cuando sonó la explosión y vio como la chimenea botaba fuego por la boca que quedó pegada al mirador y amenazaba con prender la vivienda de María.
"Menos mal se apagó rápido, creo, porque la chimenea se partió por la mitad", expresó el vecino.
La conflagración se inició pasadas las 8:30 de la mañana en el momento en que se encontraban ocho empleados, quienes salieron ilesos.
Según José Antonio Ruiz Arbeláez, capitán de los Bomberos de la Estrella, se contó con el apoyo de unidades de Sabaneta, Caldas e Itagüí y así se lograron apaciguar las llamas en 10 minutos, pero se quedaron sin agua para iniciar el proceso de refrigeración, porque en el sector no había, y tuvieron que abastecerse en inmediaciones del municipio de Caldas.
Según el alcalde de La Estrella, Lizardo Acevedo, el incendio se produjo por un manejo equivocado de procedimientos de protocolo que tiene la empresa en la manipulación de unos aceites, lo que generó la explosión de una de las dos calderas.
El incendio dejó grandes pérdidas en maquinaria a la empresa de textiles, y afortunadamente no alcanzó la materia prima.
Ayer mismo personal de la Alcaldía, conjuntamente con el propietario de la empresa, realizaron un acta de trabajo para asumir las responsabilidades de la afectación de la casa de María Licenia.
También se efectuó una inspección a la industria para evaluar las pérdidas que, inicialmente, fueron calculadas por el dueño, Sebastián Ramírez, en unos 100 millones de pesos.
Funcionarios del Departamento Administrativo de Prevención y Atención de Desastres (Dapard) se hicieron presentes porque en este sector se han tenido varios inconvenientes. Incluso esta es la segunda conflagración en menos de un mes que sufre esta empresa.
"Cerca a la empresa hay sitios de recreación, es una zona muy residencial que si el incendio hubiera sido más grande o los bomberos no llegan a tiempo, el daño pudiera haber sido muy grande", afirmó Pablo Puerta, coordinador de Enlace del Dapard.
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