Tema de actualidad, y más ahora que se avecina el nuevo esquema de rotación del pico y placa, es cuáles son las verdaderas causas de la falta de movilidad vial que se presenta en las ciudades importantes del país.
Comenzaré por criticar la falta de visión de nuestros gobernantes en cuanto hace relación con el diseño de las vías de la ciudad. Fui testigo de primera mano de la construcción de las transversales del Poblado pues acababa de mudarme a uno de los nuevos barrios de dicha zona. Como ingeniero me gustaba ver mover los bulldózeres y observar cómo en las fincas de entonces se iban conformando las nuevas calles de nuestra "Bella Villa". ¡Pero oh desengaño! En terrenos casi vírgenes se proyectaron calles estrechas de una sola calzada y sin espacio para las bermas y los andenes.
¿Por qué no se pensó en grande? He ahí el primero de los problemas de la movilidad. Pobreza conceptual; no pensar en el futuro y creer que continuaríamos siendo una pequeña aldea. (Ojo que lo mismo nos puede pasar con las autopistas).
Desafortunadamente, este es un problema de difícil solución ya que ampliar las callecitas existentes tiene un costo enorme, difícil de financiar. Ya no hay los terrenos libres de antaño y tumbar edificios está más allá de nuestra capacidad económica.
Aquí debo referirme además, a la pobre capacidad de ejecución de nuestros contratistas. Las pocas vías que se han ampliado tardan el doble de tiempo de lo presupuestado para su terminación y por supuesto, la movilidad de la ciudad se ve afectada considerablemente. Si no que lo digan las ampliaciones de los Balsos, la Regional, La 70, la 34 y las obras de Metroplús para citar las más recientes. ¡Qué tacos por culpa de estas! ¿Verdad?
Estos, pues, los errores del pasado. Y qué decir de las pobres decisiones de las autoridades actuales. Las vías se deterioran en el tiempo por su uso continuado o por pobres especificaciones de su diseño original. Nadie lo discute. Lamentablemente, su reparación se efectúa sin ningún programa racional. En las días y horas más poco propicios, cuando el tráfico es mayor en la ciudad, no es extraño encontrarse con cuadrillas de peones, retro excavadoras o pavimentadoras que bloquean el tráfico o lo dificultan de tal manera que los tacos son enormes y la movilidad se reduce al mínimo.
No es extraño encontrar vías recién reparadas que se repavimentan de nuevo. Daños menores se convierten en obras mayores. Dichosos contratistas que más ganan mientras más huecos nuevos tengan que tapar.
Otra situación crítica se presenta con los accidente de tránsito. Las autoridades o las aseguradoras no aparecen sino horas después y mientras tanto se hacen colas interminables de los carros que no pueden pasar. Otras veces, cuando las autoridades aparecen a tiempo, tardan horas en movilizar los vehículos accidentados. ¿Será posible establecer un protocolo que permita despejar las vías en forma rápida y eficaz?
Señor Secretario de Tránsito: ¿se ha tomado usted la molestia de recorrer la ciudad en un día cualquiera y visitar los frentes de trabajo de arreglo de las vías? ¿Ha observado usted las congestiones generadas por los accidentes? Posiblemente no porque la solución más fácil es el pico y placa para el cual basta un decreto y no hay que asolearse.
Pico y Placa Medellín
viernes
no
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