El taco para el carro en el que vamos empieza a las siete y quince de la noche, frente al "trasatlántico" de Bancolombia. Antes de este punto, la avenida Regional es una deliciosa pista de carreras donde se puede sentir la brisa cálida de este verano anticipado de diciembre.
Estar en un taco es someterse a los deseos de los demás conductores y del que maneja el carro donde vamos. Al principio, la diplomacia reina: siga usted, bien pueda pase, señor camión no tengo ningún problema para que invada mi pista. Sin embargo, el encierro obligado genera malestar. El taco, poco a poco, ofusca.
Lo peor es que los muros de la prisión en plena avenida Regional, son los camiones inmensos que dan la impresión de que no se puede respirar: a un lado uno lleva maderas sujetadas por las mismas maderas, el otro es una línea larga de metal que no parece despegarse del lado. Son las 7:20 de la noche, y seguimos frente a Bancolombia.
Entonces, en este momento, surge la pregunta del millón ¿Para qué cierran la avenida Regional, principal vía rápida de Medellín, para unos alumbrados? Por ejemplo, Camilo Valencia, taxista de profesión, cuenta que diciembre se volvió para ellos el peor mes del año. "A nosotros nos interesa es que las calles fluyan para nosotros coger más carreras, no quedarnos metidos en un trancón 20 minutos. Así no le rinde a nadie", dijo Camilo.
Y es que el cierre de la Regional significa varias cosas a la vez: taco por la Distribuidora hasta que la cierren a las nueve de la noche para la fuente de luces y buscar alternativas como por ejemplo: las avenidas Guayabal e Industriales, por donde el caos es un poco menor al de la Regional.
Punto uno: Guayabal. La vía alternativa por excelencia en estos días navideños y es también la que recibe el mayor flujo de la Regional. Y tal vez sea una buena alternativa tomarla desde Itagüí, porque hacerlo desde la Aguacatala, la congestión puede ser de más de media hora. Eso sí, cuando se toma la avenida, la sensación es liberadora.
Alicia Ochoa, una tipeadora, escribió al respecto: "Hemos visto los pasacalles de la Alcaldía de Medellín anunciando el cierre de vías de Sur a Norte para el disfrute de los alumbrados, y nos piden que tomemos vías alternas como la avenida Guayabal. Pero la propia Administración ha cerrado la avenida del Ferrocarril para iniciar los trabajos de metroplús en la zona de La Alpujarra, justo donde llega el flujo vehicular de la avenida Guayabal, a una cuadra de la Regional, que está cerrada".
Son las 7:45 y el taco avanza: los alumbrados, hermosos.
Por la avenida Industriales, alternativa B, el tema es el cierre a la altura de la bomba de Texaco. Auque allí se forman tacos debido al desvío, el flujo de los carros es un poco más normal o, al menos, no tan traumático como circular por la avenida Regional.
El desvío conduce hasta el barrio Colombia y allí se puede tomar la avenida El Poblado o la avenida Industriales, que sigue con paso lento hasta más allá de la 33.
Son las 8:00 p.m. Frente al edificio de EPM, el taco cede un poco y se aligera el paso, en especial cuando pasa debajo del puente de San Juan, donde los alumbrados se acaban y la presión de la Distribuidora es aliviada por tres carriles libres.
La Administración Municipal, al igual que en el concierto de Juanes del año pasado, pide paciencia para que la mayoría de los habitantes de la ciudad pueda disfrutar del espectáculo de luces y agua que este año es el deleite de los que vivimos aquí y de quienes vienen de afuera.
Solo que algunas veces el pago por el disfrute es un poco alto para la ciudad y sus habitantes.
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