Las autoridades neozelandesas elevaron este jueves a 98 el número de muertos a causa del sismo que el pasado martes sacudió la ciudad de Christchurh, donde proseguía la búsqueda de más de 200 personas desaparecidas.
El paso de las horas sin encontrar más supervivientes bajo las montañas de escombros de edificios derruidos mellaba la esperanza de los miembros de los equipos de rescate y la del primer ministro de Nueva Zelanda, John Key.
"La pérdida de vidas puede ser substancialmente mayor a la que ninguno de nosotros ha soñado nunca", dijo a la prensa el jefe del Gobierno después de que durante la jornada se extrajeran otros 23 cadáveres.
Algunos de los cuerpos recuperados estaban tan destrozados que para identificarlos será necesario tomarles las huellas dactilares o esperar al resultado de las pruebas de ADN, dijo el jefe local de la Policía Dave Cliff al canal estatal de televisión.
En la lista oficial de 226 desaparecidos figuran 46 estudiantes extranjeros y profesores de un centro para la enseñanza del inglés, que estaba situado en la tercera planta del edificio que albergó la sede del canal Canterbury de televisión, conocido por CTV y del que solo quedan piedras sobres piedras.
Los especialistas descartaron que haya personas vivas debajo de todo ese montón de toneladas de escombros del edificio CTV, del que las cuadrillas de bomberos sacaron ya por lo menos 47 cadáveres y las autoridades temen que estén sepultadas de 60 a 120 víctimas del derrumbe causado por la fuerte sacudida.
Búsqueda de más cuerpos
En las ruinas de la catedral de Christchurch, considerada una de las edificaciones más emblemáticas de esta ciudad de unos 400.000 habitantes, las autoridades creen que quedan por recuperar de 16 a 22 personas a las que también dan por muertas.
Otras víctimas mortales fueron halladas debajo los escombros de lo que fuera el edificio de la corporación financiera Pyne Gould y en diversas construcciones derruidas por el sismo de 6,3 grados en la escala abierta de Richter que sorprendió a la población hacia la hora del almuerzo.
"Dos de los fallecidos son bebés, uno de cinco meses y otro de nueve meses", dijo el jefe de la Policía al anunciar a la prensa la llegada de más cadáveres al tanatorio de la ciudad.
El departamento de Sanidad Pública indicó que 164 personas están hospitalizadas con heridas graves en diferentes centros clínicos de la ciudad, tras haber atendido 431 casos de urgencia y dispensado cuidados a 2.000 heridos leves.
Ayuda de diferentes países
A las tareas de rescate que llevaban a cabo unos 400 miembros de los equipos neozelandeses, se unieron otros 300 especialistas enviados por la comunidad internacional, incluidos de la vecina Australia, Japón, Singapur y Estados Unidos y el Reino Unido, equipados con instrumentos acústicos de precisión y apoyados por perros adiestrados, de acuerdo a fuentes oficiales.
La mayor parte de los edificios siniestrados se encuentran en la zona central de Christchurch, acordonada por efectivos de las fuerzas de seguridad para prevenir saqueos y accidentes en el caso que las réplicas del sismo que se suceden tumben alguno de los edificios más dañados.
Las autoridades de Protección Civil indicaron que cerca del 40 por ciento de la viviendas de la ciudad, sobre todo las ubicadas en los suburbios del este, continúan sin electricidad y que el 80 por ciento de la población sigue sin agua corriente.
El Gobierno declaró el miércoles el estado de emergencia después de que el primer ministro dijera en un mensaje televisado que el sismo había causada "muerte y destrucción a una escala inimaginable".