Si bien el avance de las investigaciones de las autoridades de E.U. lograron obtener el mapa completo de la masacre de 20 niños y 6 adultos en la guardería de la escuela de Sandy Hook, Newton, en Connecticut, en las calles y foros sociales se armaban toda suerte de discusiones sobre la tenencia de armas por parte de los civiles.
Además de la matanza, los hallazgos sobre la misma resultan para los sabuesos desconcertantes. El homicida, Adam Lanza, de 20 años, fue descrito por quienes lo conocían como una persona absolutamente normal, cero pendenciero, habitante de un excelente barrio y educado por una madre ejemplar (profesora que también asesinó).
Connecticut tiene, además, una de las legislaciones más complejas para la entrega de armas a civiles y Newton, es considerado uno de los lugares más tranquilos del país, tanto que en 10 años solo hay reportado un crimen con arma de fuego.
Por su edad era prácticamente imposible que Lanza pudiera adquirir un arma legalmente, por lo que se cree que las utilizadas, dos pistolas y un rifle de guerra posiblemente estaban en su casa.
La masacre es el segundo peor tiroteo en una institución educativa en la historia del país, tras los hechos de Virginia Tech, en los que Cho Seung mató a 32 personas.
Por ello, ayer, de nuevo, abundaban los argumentos a favor y en contra de la libertad que existe en E.U. para conseguir armas y portarlas. La mayoría de edad, 21 años, y una licencia de conducción son la llave para adquirir una.
Lo demás, sólo unos datos en un formulario y, en caso de ser menor de edad, un permiso de los padres para portarla.
Números mortales
El país del norte cuenta con la tasa más alta de personas armadas por cada cien ciudadanos (88,8), aunque su tasa de muertes por arma de fuego por cada 100.000 habitantes no supera los 2,97, según datos de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
Sin embargo, el experto en criminalística Germán Antía señaló un factor que llama la atención en un país en el que las masacres se están incrementando de manera sistemática.
"Es importante saber que en los estados de E.U. en los que hay más restricciones para la compra de armas hay mas incidentes de muerte por proyectil de arma de fuego", dijo.
Sin embargo, el investigador del Newlink Research, Mauricio de Vengoechea, aclaró que el debate no debe girar alrededor de si modificar o no la enmienda a la Constitución, lo que considera casi imposible, sino buscar la manera de controlar el porte de armas.
"La tenencia es difícil de modificar, pues todo el mundo podría tener armas en la casa sin problema, pero en E.U. hay que montar una política dura en el sentido de que no todos puedan portar armas, sino aquellos que por su trabajo lo requieran o que tengan problemas de seguridad", manifestó el experto.
Y es que la tenencia es impulsada por una poderosa industria armamentística que, de acuerdo con la National Shooting Sports Foundation, generó ganancias por 13.600 millones de dólares (unos 24,48 billones de pesos) entre 2008 y 2011, período en el que generó 23.000 empleos directos.
"Esa industria gasta millones de dólares en defender la Segunda Enmienda y asegurarse de que no se modifique. Todo eso patrocinado por la Asociación Nacional del Rifle (NRA), una ong que promueve la tenencia de armas y es defendida y financiada por la misma industria, la cual mueve en el mundo más dinero que la droga", dijo De Vengoechea.
El debate que hoy ocupa a una sociedad adolorida se mezcla con testimonios sobrecogedores de profesores y niños que sobrevivieron a la matanza.
"Cómo es posible que el hijo de una profesora ejemplar haya escogido la guardería del colegio para disparar a quemarropa contra uno a uno de los 20 niños que estaban en el salón?, otra pregunta que no parece tener respuesta.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
