Los gremios del sector agropecuario y el Gobierno han afirmado que el crecimiento del sector durante el presente año puede estar entre el 2.5 y el 3 por ciento. Este resultado, aunque significa una relativa recuperación con respecto a los crecimientos reportados en los últimos años, sigue siendo muy bajo frente al potencial del país y le hace poca justicia a la denominación que se le hace al sector de ser una de las locomotoras del desarrollo del país.
Según el estimativo, el mayor crecimiento de la agricultura colombiana para 2012 responde a la recuperación relativa que presenta el sector cafetero, a la mejor y más regular oferta de alimentos que se presenta por efecto de la normalización del clima, y al positivo desempeño de la mayoría de renglones pecuarios.
La dirigencia gremial estima que dicho crecimiento pudo ser mayor pero las menores producciones de arroz, azúcar y flores afectaron el desempeño del sector. La revaluación del peso ha afectado negativamente a las actividades transables, especialmente a las de exportación.
Gracias a la normalización de la oferta alimentaria, el país recibió con sorpresa la noticia de que en el mes de noviembre del presente año la inflación tuvo una reducción del 0.14 por ciento. En particular, el grupo de alimentos tuvo una variación negativa de 0.49 por ciento.
Gracias a este comportamiento, la inflación acumulada en lo corrido del año es de 2.34 por ciento, y en los últimos 12 meses, de 2.77. Esto hace pensar que para el año completo dicho indicador estará por debajo del 3 por ciento, lo que representaría, desde el punto de vista de la meta de inflación del Banco de la República, un importante resultado.
La caída en la inflación de alimentos sorprendió a la mayoría de agentes del mercado y contradijo las expectativas del Emisor que esperaba que el "ciclo bajista [de precios] podría estar llegando a su fin y que la variación anual dejará de caer en los próximos meses".
Estos resultados ponen de presente, nuevamente, la gran dependencia que tiene la oferta alimentaria del país de las condiciones del clima lo que representa, frente al fenómeno del cambio climático, un gran riesgo, pues las condiciones extremas que caracterizan a este fenómeno hacen vulnerable la producción interna. Los resultados del comportamiento de los precios de los alimentos durante los últimos tres años evidencian dicha vulnerabilidad.
Durante el crudo invierno de 2010 y 2011, la oferta alimentaria se vio fuertemente afectada y el precio de los alimentos presionó al alza la inflación. Con la normalización del clima en este año, dicha presión disminuyó y los alimentos han favorecido la caída del nivel de precios.
Las condiciones de demanda interna siguen jugando un importante papel en el desempeño del sector agropecuario. El crecimiento en la oferta de alimentos y del grupo de pecuarios así lo constatan. Infortunadamente, la política sectorial le presta poca atención a la promoción de las exportaciones agropecuarias no tradicionales, las cuales podrían darle un gran aliento a la alicaída locomotora del agro.
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