En América Latina alrededor del 85 por ciento de los partos son normales. Sin embargo, el 15 por ciento de las mamás restantes tienen embarazos de alto riesgo y con alguna complicación. La tasa es de 57 muertes neonatales por cada 1.000 nacidos, según especialistas del Instituto de Medicina Fetal.
"La clave está en la consulta preconcepcional, ya que una cosa es planear y otra programar el embarazo. Casi todo el mundo lo programa, con sus vacaciones e incluso hay gente que lo hace buscando la fecha que más le gusta", explica Jorge Ramírez, ginecólogo especialista en medicina materno fetal de Medicina Fetal.
Sin embargo, añade que muy pocas personas lo planean, que es distinto. "Es ahí donde se puede incidir realmente en una cantidad de complicaciones", precisa el especialista.
Para planearlo se requiere asistir a la consulta, por lo menos, con un año de anterioridad. En ella se estipulan los esquemas de vacunación, algunos de los cuales puedan tardar hasta nueve meses.
También se evalúa el estado inmunológico de la madre, entre otros importantes aspectos.
El hombre no se queda por fuera en la revisión médica. Es esencial descartar cualquier tipo de enfermedad, en especial las de transmisión sexual.
El ácido fólico, es una vitamina de complejo B, ideal para prevenir malformaciones congénitas y se debe administrar por lo menos tres meses antes de quedar en embarazo.
Incluso hay trabajos de investigación que dicen que si se toma con esta anticipación, se puede disminuir hasta en un 90 por ciento el riego de las malformaciones de tubo neural.
Los especialistas coinciden en decir que ésta hay que complementarla con vegetales verdes como el brócoli, la habichuela y la lechuga, entre otros.
"En la consulta preconcepcional se toman una cantidad de medidas preventivas para que las mujeres lleguen preparadas al parto. Esto incluye la dieta, el peso ideal, vacunas, hábitos de vida sana y el estudio del estado actual de la paciente", comenta Ramírez.
Un parto difícil
Las pacientes de alto riesgo obstétrico se clasifican consulta a consulta. En este caso, son aquellas mujeres que tienen un factor adverso en el resultado final del embarazo.
Las complicaciones más frecuentes son la hipertensión inducida por el embarazo, que es la preeclampsia y la hemorragia postparto.
Por otro lado, están las enfermedades del bebé. Un trastorno en su crecimiento llamado restricción intrauterina; o, también, se puede presentar amenaza de parto prematuro o enfermedades infectocontagiosas.
"El alto riesgo es una clasificación que se tiene en ciertos casos: Por ejemplo en mamás mayores de 35 años o mujeres menores de 18 ó 15 años; cuando hay antecedentes de la mamá (cirugías uterinas) o de embarazos previos o hemorragias anteriores", explica Carlos Alberto Mejía, ginecólogo especialista en medicina materno fetal de Medicina Fetal.
Lo ideal frente a los riesgos del embarazo y del parto, es que sean tratados por un profesional.
De esta manera se asegura un tratamiento indicado para cada asunto, pero además, que se haga con tacto y cautela, pues las mujeres embarazadas son muy sensibles y pueden verse afectadas más con la noticia que con el mismo problema, añaden los especialistas.
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