Invadidos por la emoción, calificándose, según el portero Leandro Castellanos, como un grupo de peones llenos de fortaleza mental y dispuestos a acabar de teñir de rojo la Navidad de los antioqueños, los jugadores del Independiente Medellín afrontarán hoy ante Millonarios los primeros 90 minutos de la final de la Liga Postobón-II.
Conscientes de que "acá no hay estrellas" y "tenemos que seguir derrochando entrega y exigiendo a nuestro corazón", como lo dice John Viáfara, los integrantes del elenco escarlata recibirán a un conjunto capitalino que tiene más títulos (13 contra 5) y llega sacando pecho por haber sido el mejor onceno del semestre.
La capacidad del estadio Atanasio Girardot se quedó corta para el juego de las 7:00 de la noche, porque si bien el club embajador aparece con pinta de favorito, el Poderoso tiene lo suyo: orden, táctica y entrega para fortalecer la ilusión de una sexta estrella.
Hacer historia se propuso el técnico Hernán Darío Gómez cuando llegó al club y ahora que "hicimos mucho con poco", sólo les encomendó a sus jugadores salir a ganar para generarle más euforia a una fanaticada que siempre ha sido incondicional y desde ayer agotó las 44.000 boletas en venta con la esperanza de dar una nueva vuelta olímpica y recibir, como debe ser, los 100 años del club en 2013 n
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