2005. Ola Colombia móvil, ahora Tigo, iba en picada. No tenía gobernabilidad y era un desastre. ETB y EPM tendrían que meterle un billón de pesos en los años siguientes. La solución era vender la mitad a un operador experto. Apareció Millicom. Tigo compró y pasó a operar la tercera compañía de teléfonos celulares en Colombia.
Ahora hay un gran debate en Medellín, pues el alcalde quiere fusionar a UNE con el dueño de Tigo y al parecer las cifras no cuadran. Pero para algunos no cuadran desde la compra de Ola y quieren impedir como sea otro detrimento patrimonial billonario para Medellín.
UNE y EPM son la joya de la corona y el orgullo paisa. A veces parecen intocables y por ahí se puede colar o se cuela la ineficiencia y la corrupción. Hay tan poca transparencia en algunos manejos, en especial el de este negocio de celular, que las cifras son difíciles de encontrar hasta para miembros de la junta.
El acuerdo con la compra de Ola por parte de Tigo era que deberían pagar 300 mil millones a los pocos meses y 846 mil millones en tres años. Tigo quedó con el 50 por ciento y una acción, lo que le dio la mayoría. Primera pregunta, ¿cuánto se cobró por la prima de control? Al parecer nada.
Al poco tiempo Tigo pidió 360 mil millones prestados a la ETB y a EPM para pagar su primera cuota. Hasta hoy, y hay un lío de información, no ha pagado ese préstamo y quiere una refinanciación casi cinco años después. La otra cuota, al parecer, tampoco la han visto las dos empresas nacionales.
En esos años de manejo de Tigo, los resultados no son los mejores. En número de suscriptores paso de 2.7 millones a poco más de 6. Buen resultado. Pero en materia patrimonial pasó de 1.8 billones a 470 mil millones, lo que es muy, muy malo. Con un agravante: hace unos años vendió los activos de redes y torres a American Tower, una empresa a la que Tigo hoy arrienda y paga por esa infraestructura parte vital de su negocio.
Ahora quieren venderle UNE a Tigo con una valoración de 1.7 billones. Segunda pregunta, si el valor en libros en 2008 era 3.4 billones, ¿qué pasó en estos cinco años de destrucción de valor? Hoy la única empresa con licencia 4G es UNE. ¿Acaso eso no vale un potosí? El negocio de las comunicaciones hoy es de tal dimensión que los jugadores pequeños en términos globales tienen que buscar alianzas. De ahí que sea necesario que UNE y otra gran empresa de comunicaciones se fusionen. Es Millicom, una empresa pequeña en términos globales, ¿la mejor opción?
Por lo menos debería haber un gran debate nacional, local y regional sobre Tigo, Millicom y su gestión. ¿Ha sido buena? ¿Estuvo a la altura? ¿Fue rentable para Medellín y Bogotá? O fue un mal negocio.
No sé si lo de Tigo fue un robo descarado o un pésimo negocio. Lo único claro es que hay muy poca información y el seguimiento de los entes de control ha sido nulo. Medellín les regaló a los dueños de Orbitel 80 millones de dólares. Ojalá no pase lo mismo con UNE.
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En aras del equilibrio informativo, la directora de El Colombiano me ha pedido dejar este espacio ahora que soy precandidato presidencial por el Centro Democrático. Ojalá los medios midieran con el mismo rasero el desequilibrio que producen 600 palabras a la semana con las decenas de miles que dedican a los mandatarios y sus innumerables anuncios, tanto en la información como en la opinión. Gracias a El Colombiano por haberme prestado este espacio durante dos años. Y a mis lectores hasta pronto.
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