Sebastián Ordóñez se fue maravillado de Medellín. A sus 18 años visitó por primera vez la capital antioqueña y su descripción fue de "espectacular". Al automovilista bogotano que estuvo de paseo por territorio paisa lo deslumbraron la belleza, la limpieza y la amabilidad de la gente.
Hace 16 años está radicado en E.U., -tenía dos cuando se lo llevaron para la tierra del Tío Sam-, y hoy trata de abrirse camino en el competido mundo de los autos, en el que lo que más cuenta es el apoyo económico que se tenga, porque los costos son muy altos.
Su situación no es nada diferente a la que viven la mayoría de pilotos colombianos: falta de patrocinios y por eso poca participación en campeonatos, lo que no les permite tener continuidad. "En el 2012 no pudimos competir por falta de apoyo", dice Sebastián, quien su tiempo libre lo dedica al triatlón, baloncesto, fútbol y deportes de agua, porque es un joven cien por ciento deportista.
Comenzó en los karts a los siete años y a los quince pasó a los fórmula. "No ha sido nada fácil. Ya hice pruebas en la Star Mazda, con récord para la pista de Miami. Mi idea es dedicarme a esta categoría pero, por el momento no hay dinero y por eso compito en Panam GP Series, en cuyo campeonato marcho quinto".
El piloto bogotano espera cumplir las últimas válidas del Panam. "Este mes hay dos pruebas en México (Querétaro y Chiapas), luego se pasará a Costa Rica, Perú y Chile.
Para Ordóñez, los pilotos colombianos tienen buen futuro en E.U., con quienes comparte bastante como Carlos Muñoz, Gustavo Yacamán, Sebastián Saavedra y Gabby Chaves. Con este último es con quien más habla. "Todos son buenos y si cuentan con apoyo llegarán lejos. Eso espero, porque yo aspiro en un tiempo corto, estar en la Indy Car", manifestó quien cursa la carrera de Negocios en una universidad de Miami y espera radicarse en Indianápolis, cuna del automovilismo.
Pico y Placa Medellín
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