Con el cierre de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) Neonatal de la Clínica del Prado, ordenado por la Seccional de Salud de Antioquia, son cuatro unidades de atención materno-infantil que quedan fuera de servicio.
La medida, según Héctor Restrepo, director de Calidad y Prestación de Servicios, responde a una circular del Ministerio de Salud, de la Superintendencia de Salud y de la Procuraduría por las preocupantes cifras de mortalidad materno-infantil en el país, con Antioquia como uno de los departamentos más afectados con esta situación.
Los registros dan cuenta de que entre enero y noviembre de 2012, en el departamento se produjeron 579 muertes de menores de un año y 30 de mujeres en periodo de gestación.
Sin embargo, para el gerente de la Clínica del Prado, Gustavo Restrepo, el cierre obedece a un problema de infraestructura por no tener separadas la Unidad de Cuidados Intensivos de la de Cuidados Especiales. Esto implica duplicar los costos de la prestación del servicio.
Restrepo afirma que esto está contemplado en el nuevo proyecto en Ciudad del Río porque se consideran una empresa responsable con el sistema de salud. "Todos los otros centros hospitalarios e IPS le están sacando el cuerpo a la prestación de estos servicios porque no son rentables".
Además, afirma que en atención hay dos centros que hacen referenciación internacional: el San Vicente de Paúl y la Clínica del Prado con indicadores sobresalientes de baja morbi-mortalidad neonatal y resultados positivos por encima de UCIs a nivel mundial.
Son nueve camas más que se cierran en el departamento que incrementan el déficit de atención en pediatría, en cuidados especiales e intensivos y en neonatología, pues ya se habían inhabilitado las unidades de obstetricia de la Clínica de Saludcoop de Apartadó y de la IPS Humana Salud de Caucasia, en la que se cerraron casi todos sus servicios. Además la de cuidados intensivos y de especiales de neonatos del Manuel Uribe Ángel de Envigado, cada una con cuatro camas, que sumadas a las ocho de cuidados básicos atendieron el año pasado 1.838 partos, de los cuales 588 fueron de alta complejidad.
El concejal de Medellín Fabio Rivera solicitó al gobernador, Sergio Fajardo, brindar acompañamiento a hospitales públicos y privados con el fin de mejorar sus condiciones locativas, de acuerdo con las normas expedidas por el Ministerio, sin llevar a cabo los cierres de estos servicios que son requeridos con urgencia en la ciudad y el departamento.
Frente al impacto que puede tener el cierre de la UCI neonatal de la Clínica del Prado, teniendo en cuenta que allí se atienden cerca de 8.000 partos anuales, el 19 por ciento de la ciudad, y de los cuales un 40 por ciento son de alta complejidad, el secretario de Salud de Medellín, Gabriel Jaime Guarín, asegura que el cierre se puede suplir con la apertura de igual número de camas en la Clínica Bolivariana y habilitar las del Hospital General que no se llenan y acelerar la apertura de las unidades del Hospital Concejo de Medellín.
"Se puede responder a las necesidades, pero genera trastornos porque habrá movilización de estos niños, lo que implica generar alertas para evitar contratiempos", dijo Guarín.
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