“Si tú pudieras saber todo lo que es tener un hijo, lo pensarías demasiado, pues de verdad ser mamá es una caja de sorpresas es lo mejor que te puede pasar en la vida pero esta etapa tiene muchas tonalidades y no son fáciles”, dice Carolina Macías, la mamá de Ismael.
“Cada etapa trae sus cosas. Ahora Miguel gatea parejo y ando detrás de él como loca porque con todo puede lastimarse pero en general, es muy lindo ser mamá y pensar en el segundo... Mmm estamos en conversaciones. Pero ser mamá es lo mejor que puede pasarte”, señala Vanessa Polo Ruiz.
Así como ellas, muchas madres no fueron entrenadas para su papel, pero lo dan todo por sus hijos.
La lactancia, los dolores al momento del parto, enseñarles a atender las órdenes, el manejo de las emociones femeninas una vez nacen y sincronizar los ritmos de sueño y actividad de ambos, están entre las situaciones en las que muchas madres hubieran querido ser orientadas.
“A pesar de que tomé cursos y acudí a una asesora de lactancia fue muy difícil. Ya después del primer mes, Amelia y yo estábamos en ritmo pero me hubiera gustado saber más”, explica Mónica Canino.
La salud de la madre
Tener un hijo es una decisión de pareja. Sin embargo, entre las medidas recomendadas por el ginecólogo Fidel Cano, están evaluar previamente el estado inmunológico de la madre, “para eso se sugieren una batería de exámenes que pueden derivar en la necesidad de vacunar la paciente”.
Modificaciones en la dieta y tener presente los riesgos que puede tener ser madre a edad avanzada es otra recomendación de los expertos.
Si bien no existe una edad ideal para ser madre, sí hay que tener en cuenta que entre los 38 y 40 años hay menos probabilidad de lograr la gestación y mayores posibilidades de aborto. El estado emocional de las madres es otro asunto que debe planearse o al menos, conocerse antes de tener un hijo.
De acuerdo con el psicólogo Edisson Trujillo, es fundamental saber que tener un hijo tiene muchas implicaciones, desde el entorno familiar, pasando por los cambios fisiológicos y psicológicos que enfrenta la mujer.
“Tanto ella como él se van a ver afectados por los cambios de humor, la pareja debe comprender esas situaciones porque el hombre no es el que vive la gestación, entonces muchas veces le queda complicado entender qué es lo que pasa”.
Saber también que la familia y los abuelos tendrán mucho que ver en la crianza del bebé es una situación que deben sortear y para las que muchas madres no están preparadas. Algo así ha debido enfrentar Clara con su hijo Nicolás.
“La verdad entre lo más difícil está el hecho de tener esa cantidad de gente que opina cuando tienes un bebé ¿por qué esto? ¿por qué lo otro?. Hay que tener mucha paciencia para no sentirte mal, aunque eso no es posible porque todas las mamás estamos preguntándonos todo el tiempo sí lo que estamos haciendo está bien”.
Así las cosas, ser madre no es cuestión difícil pero es tal vez, uno de los oficios más lindos en la vida y aunque resulta paradójico, hoy esta labor está pasando a un plano secundario.
“El desgano de ser madre y de construir pareja está teniendo descensos muy complejos. Es una tergiversación de valores y logros, la maternidad, tener un hijo, educarlo, luchar por él puede hacer a la pareja tan o más feliz que una carrera o un posgrado. La mujer tiene una capacidad innata de desempeñarse en varios frentes, pero por ser exitosa laboralmente ha abandonado una parte importante de la felicidad como es la maternidad”, concluye Cano.