En el barrio Mirador de Bello, que hace honor a su nombre al ofrecer una magnífica vista de todo el municipio, vive Sergio Andrés Ochoa, un estudiante excelente, el orgullo de la casa.
Este joven de 16 años sí que ha sabido aprovechar su derecho a la educación. Todos lo destacan como un genio para las matemáticas y la física, pero a él no le gusta utilizar esa palabra.
"¿Un genio? ¡Tampoco! Pero me esfuerzo por alcanzar lo que quiero", dice él, un muchacho tranquilo, de pocas palabras.
La verdad es que Sergio no es un nerdo ni tiene la pinta, pero terminó el grado décimo destacándose como el mejor de su clase en la Institución Educativa Gilberto Echeverri Mejía, un establecimiento de carácter público, ubicado a pocas cuadras de su casa
"En el tercer periodo quedé en el primer puesto del salón", comenta este estudiante sobresaliente que además es un gran colaborador, pues ayuda a compañeros de grados inferiores a pasar dichas materias.
"Fue el mejor del semestre y mire el diploma que le dieron", apunta con mucho entusiasmo su tía Luz Dary, mientras señala el trozo de cartulina que le entregaron el sábado, en la última clase del Semillero de Matemáticas de 85 horas que cursó en la Universidad de Antioquia.
Ese fue el premio que él y otros tres compañeros del colegio recibieron por sus excelentes calificaciones.
Y Sergio espera que eso le sirva a la hora de ingresar a la misma universidad o a la Nacional, que es donde sueña estudiar una ingeniería.
Sabe que aprovechar el estudio significa "ser alguien en la vida" y es consciente del derecho a la educación que en su caso no le falta y aprovecha al máximo.
A propósito de derechos, dice que de vez en cuando les hablan del tema en el colegio, pero además "eso está en el manual de convivencia".
Le preocupa que haya tantos niños "violentados", en la mayoría de los casos "por la irresponsabilidad de los padres", y además considera primordial, aparte de la educación, el derecho a la libre expresión.
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