Cuando Jorge decidió ser ingeniero de sonido tenía un grupo de rock y pensaba que con esta carrera tendría mayor control y calidad de sus producción musicales.
No obstante, cuando ingresó a la universidad y llevaba varios semestres, conoció otras facetas de su futura profesión y se dio cuenta de que la Ingeniería de Sonido va más allá de los estudios de grabación.
Ahora a sus 24 años y con dos carreras sobre sus hombros, este profesional de la Universidad de San Buenaventura formó su propia empresa y explica cuál es el trabajo de un ingeniero de sonido y cómo con su formación de ingeniero electrónico combinó saberes.
"Al ingeniero de sonido siempre lo relacionan con la producción musical, sin embargo, cuando uno está al interior de la carrera conoce temáticas hasta más interesantes que eso, como la acústica, ciencia que explica el comportamiento del sonido", sostuvo Jorge Mora.
Así pues, un ingeniero de sonido puede, entre otras cosas, realizar acondicionamiento acústico a espacios, con el fin de que el sonido se perciba más claro y agradable para el ser humano como ocurre, por ejemplo, en salones de conciertos o estadios.
"Lo otro es lo que llamamos aislamiento acústico, que busca que el sonido no salga de un espacio hacia otro y por último, está el diseño de sistemas de sonido o la electroacústica, que permite diseñar parlantes, amplificadores, teniendo en cuenta también la ubicación de estos aparatos", explicó.
Este joven que además del sonido se interesa por la imagen, pues es fotógrafo, explicó que durante su trabajo se dio cuenta de la importancia de combinar su saber de ingeniero de sonido con el electrónico lo que ayudó a mejorar su empresa. "La idea es que quienes deseen estudiar Ingeniería de Sonido se abran a las posibilidades y conozcan los campos acústicos, sector con gran demanda por los problemas de ruidos actuales de las ciudades", finalizó.
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