Ingresar a la oficina del rector de la Escuela Normal Superior es encontrarse con la historia de la educación en Medellín.
Juan Carlos Zapata, quien dirige la institución desde 1998, sabe que allí desde su despacho, se cuentan 163 años de modelos pedagógicos, herramientas de enseñanza y formación de estudiantes, muchos de ellos ahora profes de los centros educativos de la ciudad.
Y no es exageración, teniendo en cuenta que la Escuela, ubicada en Villa Hermosa es, según su dirigente, la más antigua de la capital antioqueña. La abuela de todos los colegios.
"La Escuela inició labores en 1851 y como se puede apreciar tenemos mucho del material con el que se inició la formación de los chicos. Por ejemplo, este mechero que data de 1873, aquellos tubos de ensayo fabricados de vísceras de animal y hasta esta máquina de Wimshurst que genera energía a través de la fricción", explica el rector mientras señala en su oficina solo algunas de cientos de piezas dignas de museo.
Un museo que es parte de esos proyectos que la Escuela Normal Superior tiene presupuestados y que serviría para mostrar la evolución de la educación en Medellín, que en la Escuela Normal se basó en sus principios en métodos traídos de Alemania.
Y es que si se observa bien, toda la institución educativa podría ser un museo, empezando por su arquitectura, que sigue presentando la misma cara con la que inició labores. O su biblioteca, que se formalizó por allá en 1889 y guarda documentos preciados.
"Y aunque la institución lleva tantos años, ha ido evolucionando y se acopla a los cambios, creando espacios como el consultorio pedagógico donde se ayuda a los más pequeños en el desarrollo del pensamiento lógico matemático así como en el fortalecimiento de la lectoescritura. Además, del programa de formación de docentes bilingües, entre otros, apoyados desde la Secretaría de Educación", agrega el rector.
Según cuentan los libros, la Lei (sic) 20 del 26 de junio de 1842 de la Nueva Granada le dio vida a la Escuela Normal Superior, aunque solo nueve años más tarde comenzó a trabajar donde actualmente funciona el Paraninfo de la Universidad de Antioquia.
De 163 a 128
Y aunque la Escuela Normal es la más antigua, no es la única que sobrepasa los cien años de labores.
Otra institución que puede decir con orgullo que lleva más de un centenario formando ciudadanos es el Colegio San Ignacio, que se fundó un 11 de diciembre de 1885 y que tuvo como primera sede el antiguo edificio de la Plazuela San Ignacio con 200 estudiantes. Ya en 1957 se trasladó a su sede actual, cerca del Estadio.
"La Compañía de Jesús supo desde sus inicios que la formación educativa siempre ha sido una herramienta de evangelización. Nuestra tarea es ser un colegio que tenga en cuenta su responsabilidad y más cuando se tienen tantos años de trabajos", expresa el padre Horacio Arango, rector del San Ignacio.
En el momento, el centro educativo cuenta con 2.080 estudiantes y aunque el padre no recuerda cuántos se han graduado durante los 128 años de existencia del colegio, dice entre risas, que son muchos y que además una mayoría de los egresados son ahora dirigentes y altos cargos en Antioquia y el país.
"Tenemos muchos años, pero somos conscientes de la transformación que se debe realizar para responder a las preguntas del mundo moderno. El manejo de las redes sociales es un campo de acción muy amplio que se debe tener en cuenta", añade el padre rector quien en poco cumplirá cinco años en la dirección.
Un siglo y 15 años
Por último, pero no por eso menos importante está un colegio que lleva formando niñas durante 115 años y que nació por la iniciativa de un grupo de monjas que vio en una casa que se ubicaba en la calle Colombia con Tenerife el espacio para iniciar aquella historia educativa.
De esta forma nació el Colegio de la Compañía de María La Enseñanza, en una ciudad que por aquella época era muy pequeña, tanto así, que a la llegada de las nueve religiosas fundadoras con su caravana, el número de curiosos que quería ver la llegada se incrementó y la policía tuvo que cuidar la casa que se convertiría luego en colegio.
"La construcción en ese entonces fue una finca con varias piezas, patios, corral, huerta, árboles y flores. Lugar que se dispuso inicialmente para fundar el convento, el noviciado y el Colegio, que inició con 20 alumnas de la ciudad, que recibieron clases de adornos, música, dibujo, corte y costura", sostiene Isabel Cristina Jaramillo, comunicadora de La Enseñanza.
Las egresadas tienen bonitos recuerdos de sus épocas como estudiantes, como lo manifiesta María Estefanía Martínez de Villa, que según las directivas del Colegio fue su primera bachiller.
"Estuve 11 años, desde 1932 a 1942. Me marcó la formación que me dieron desde niña, muy buena formación, instrucción cortica pero sólida", le indicó la egresada a Isabel durante una entrevista que le realizó.
En Medellín existen más instituciones educativas centenarias que contarían desde el interior de sus salones miles de historias. Historias de cómo Medellín inició la formación de sus ciudadanos.
Solo entre estas tres instituciones suman 406 años de educación y miles de egresados que ahora se dan la vuelta y ven con orgullo como sus escuelas siguen erguidas a pesar de que son abuelitas centenarias.
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