Los lanzacohetes AT-4 suecos decomisados en octubre de 2008 a las Farc en La Macarena, Meta, tienen más para contar que las dificultades entre Colombia y Venezuela.
Las Farc y el Eln, las autodefensas y otras organizaciones delincuenciales en el país son nutridas por los que se podría denominar mercaderes de la muerte.
Jairo Libreros, experto en seguridad y defensa, describe tres sectores críticos por tráfico de armas en el continente: Puerto Corinto, en Nicaragua; la Triple Frontera, en Ciudad del Este (Paraguay, en el límite con Brasil y Argentina) y el norte peruano.
"En Puerto Corinto se viene dando una impensable permisividad por parte del gobierno de Daniel Ortega", señala Libreros. Eso estaría permitiendo el nacimiento de uno de los mercados negros de armas más grandes de la región.
El artículo El tráfico de armas ilegales desangra a Latinoamérica , de la versión web de El País de España, señala que Nicaragua ha sido punto básico de entrada de armas a América Latina, región que debe tener unas 80 millones de armas ilegales. Dos son los destinos hacia los que más armas salen desde allí: México y Colombia.
En el caso colombiano, además de lanzacohetes, llegan granadas, fusiles RTG, M-14 y AR-15, y munición 7,62. No en vano -agrega- las Farc cuentan con, por lo menos, cinco mil armas que usan ese tipo de munición.
Desde la Triple Frontera, en Ciudad del Este, donde confluyen Brasil, Argentina y Paraguay, los mercaderes distribuyen armas para facciones de Sendero Luminoso, en Perú, grupo ilegal que se estarían rearmando y que ha llevado a que el norte peruano se haya transformado en un corredor de armas hacia Colombia.
Fronteras peligrosas
A estas áreas se suma, según el experto en temas de seguridad y defensa John Marulanda, los puntos porosos de las fronteras.
El Darién y Río Negro; en el Pacífico, cerca de Panamá; Sucumbíos, el Carchi, Orellana y la selva amazónica, en el sur; el Orinoco y La Guajira en el oriente, además de rutas marítimas y aéreas, son algunos de los 25 puntos por los que penetran armas a Colombia.
Según Marulanda, armas estadounidenses, rusas y chinas son las que más ingresan al país, muchas de ellas provenientes de sus países de origen y otras tras pasar por Oriente Medio.
En este último caso, coinciden Libreros y Marulanda, se da un aprovisionamiento de doble vía: a la compra (dinero por armas) se suma el trueque de coca por armas, mucho más preocupante.
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